En tiempos de crisis suelen salir a relucir los trueques, probablemente la moneda de pago más antigua de la historia. El trueque básicamente es un intercambio de productos y/o servicios entre empresas, particulares o de empresas a particulares. El trueque está en auge, donde cada día conocemos nuevos negocios que lo están empleando y les sale muy rentable.
Muchos pequeños negocios aún no se han parado a pensar del beneficio que le puede reportar el aceptar el trueque. Para hacernos una idea de estos beneficios, pondremos algunos ejemplos reales.
Hace unas semanas conocí el caso de un supermercado en Granada, el cual necesitaba realizar una pequeña reforma, pero en estos momentos no tenía dinero para pagarla. El dueño del supermercado propuso un trueque a varios albañiles que estaban en desempleo. Les pidió que les elaboraran un presupuesto del coste de la reforma, el cual acabó ascendiendo a 1.300€. El supermercado pagaría la reforma con un vale por importe de 1.300€ para gastarlo en los productos del supermercado sin límite de tiempo.
De esta forma, los albañiles que no tenían nada mejor que hacer, hacían la reforma, y al menos ya tienen una de las primeras necesidades cubiertas (la comida y productos de primera necesidad). El beneficio para el supermercado es aún mayor, y es que al realizar el trueque a un precio de venta al público, el coste de la reforma es inferior, ya que el supermercado aplica el margen de ganancia al producto.
Los trueques llegan de distintas formas, donde también algunos talleres de vehículos reconocen que han hecho revisiones de vehículos a un contable a cambio de que le haga la declaración de la renta y en otros casos, a cambio de que les den x horas en clases particulares a sus hijos.
una mujer que necesitaba hacer reformas en su casa, lo hizo a cambio de cubrir las vacaciones a una persona de la empresa de reformas, por lo que no sólo ganó con el trueque, sino que además, ya tiene algo más que poner en el curriculum.
Si tienes una habilidad, profesión o conocimientos, con los trueques puedes cubrir las necesidades primarias. Para las empresas que aceptan el trueque el beneficio es similar al de los bonos solidarios, y es que bien empleado, incluso podrías encontrar una especie de financiación para tu negocio en los inicios.
Resumiendo: Si tienes un negocio y se te avecina un gasto inevitable, piensa si ese gasto lo podrías cubrir con un trueque. De esta forma ayudas a una persona que probablemente tenga dificultades económicas y de paso ganas un cliente «forzado». Y por otro lado, si tienes una habilidad o conocimiento, piensa en la forma de trueque en que podrías cubrir tus gastos inevitables, sobre todo, los de primera necesidad como son comida, ropa…..