Cada vez que leo a Richard Branson y me adentro en la forma de pensar que tiene este empresario, entiendo mucho mejor cómo ha conseguido el éxito en su imperio Virgin Group, un grupo compuesto por unas 400 empresas.
Para Branson, no hay nada más importante en la empresa que rodearse de un buen equipo. Si tienes una mezcla perfecta de personas, tienes mayor probabilidad de éxito, asegura Branson en su artículo de Linkedin. Sin embargo, la mejor persona para un puesto de trabajo no siempre la identificamos al entrar por la puerta.
Imagen: Virgin.com |
Lo primero que hay que buscar en un gran empleado es alguien con una personalidad que encaje con la cultura de la empresa. La mayoría de las habilidades se pueden aprender, incluso nosotros como líderes, equipo y empresa, se las podemos enseñar, pero es muy difícil entrenar a los trabajadores en su personalidad.
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Si eres capaz de encontrar gente divertida, amable, cariñosa, creativa y que le guste enseñar y ayudar a los demás, tendrás un empleado ganador cuyo contagio convertirá tu negocio en una empresa ganadora.
La personalidad es la clave, pero es lo más difícil de ver en una entrevista de trabajo, pues el candidato puede ser tímido o introvertido pero con una gran personalidad. También puede ser un candidato muy extrovertido y de fuerte carácter que se siente desorientado durante los 30 minutos de la entrevista.
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Branson le da la justa importancia a lo que aparece en los currículum de los candidatos, pues únicamente podemos ver lo que tienes, pero eso no muestra qué podrás hacer con eso que tienes. Incluso dándole la debida importancia a la especialización, Branson señala que es incluso más importante la versatilidad de una persona. Así mismo hay que contratar a personas con habilidades transferibles.
La mayoría de entrevistadores se detiene en las calificaciones que aparecen en el curriculum, mientras Branson asegura que él sólo se detiene eso tras haber identificado todo lo demás.
«Tener a una persona con un curriculum lleno de grandes actitudes y calificaciones en un papel, no significa que sea la adecuada para el puesto de trabajo, ya que no sirven de nada si no se asocian con la experiencia de amplio alcance y una personalidad ganadora.»
En las contrataciones de personal también hay que arriesgar (como en los negocios en general).
«No tengas miedo de contratar a los «Mavericks», que son personas que piensan de una forma muy diferente, los cuales pueden ayudar a ver los problemas como oportunidades e inspirar la creatividad del grupo. Algunos de los mejores trabajadores que hemos contratado, solían ser personas que en un principio parecían no encajar en un grupo, pero finalmente se convirtieron en indispensables para un grupo y para la empresa.»
Pero ojo con contratar a la persona equivocada en la «cima» de la empresa, pues puede destruir en muy poco tiempo todo lo construido.
Branson es partidario de la promoción interna en la empresa.
«La promoción interna es una buena idea, ya que el empleado que es promovido, inspira al resto al demostrar que el esfuerzo es premiado en la empresa. Del mismo modo es una persona que conoce el negocio a fondo, de dentro hacia afuera, teniendo el respeto y confianza de su equipo.»
Claro que también es bueno traer sangre fresca a la empresa, ya que puede revitalizar la creatividad con nuevas ideas. Branson asegura que varias de sus empresas trajeron recientemente a CEOs externos con nuevas ideas y experiencia sobre lo que la competencia hace bien y hace mal, pero hay que asegurarse de que la personalidad de estas personas se adapte a la cultura de nuestra empresa.
Sobre todo paciencia a la hora de contratar, pues cuando un negocio se encuentra en pleno proceso de crecimiento suele comenzar una carrera «a la desesperada» para cubrir puestos. Las prisas en la contratación pueden desequilibrar el crecimiento empresarial y la unión entre equipos. Si no encontramos exactamente lo que buscamos, sencillamente no contratamos.
Branson termina con una frase:
«Más vale tener un agujero en tu equipo que a un idiota en tu equipo».