Captura: Un Domingo Cualquiera |
Cuando una empresa contrata a un líder para dirigir un proyecto con su correspondiente equipo, puede llegar a pensar que tiene algunos derechos como jefe, como CEO, como líder, etc… incluso algunos empresarios se creen con el derecho de recibir cierto trato por parte de sus trabajadores. «Soy el jefe, el dueño, el CEO, y no tengo que hacer nada para ganarme ciertos derechos exigibles a mis empleados. Sencillamente me los merezco».
Mark Sanborn, presidente de Sanborn & Associates, expone en una publicación 5 trampas en las creencias de un líder que debe evitar a toda costa, pues los derechos no se merecen porque sí. Se ganan (Leer: 6 cosas en la empresa que no motivan a nadie).
1. Quieren ser respetados sin respetar.
Cuando hablábamos de las diferencias entre líder y gerente, dejábamos muy claro que un gerente tiene subordinados, mientras un líder tiene seguidores. El respeto es de esas cosas que ni el dinero puede comprar. Con dinero puedes comprar la falsedad de las personas en el trato hacia tí. Con tu estatus en la empresa puedes comprar el miedo, pero el respeto hay que ganárselo, ya que es una cuestión personal del carácter y capacidades.
De hecho, muchas personas pueden reconocer tus logros, y no por ello merecerías su respeto, sobre todo si no has sido un líder respetuoso.
2. Necesidad de adulación.
5. Creer que tus empleados son tus amigos.
Un gerente puede contar un chiste malo y todos se reirán. Si pregunta quién lo puede acompañar a llevar su coche al taller, todos se ofrecerán voluntarios, pero los empleados no son tus amigos, aunque se comporten como tal. De hecho, no esperes amistad por el simple hecho de que trabajan contigo. La amistad, también hay que ganársela.
De interés para tí: