Esta pregunta es una de las más comunes en las entrevistas de trabajo, y la mayoría de personas tiene dificultad para responder con total sinceridad, ya que no queremos dar un motivo al reclutador para no contratarnos y por otra parte no podemos parecer engreídos insinuando que no tenemos puntos débiles.
El reclutador sabe que todos tenemos puntos débiles. Cuando los candidatos se preparan para la entrevista de trabajo con un asesor en el tema, éstos por regla general nos aconsejan (mal aconsejados) que intentemos hacer que nuestros defectos parezcan puntos fuertes, como por ejemplo el emplear frases del tipo: «soy demasiado perfeccionista». (Steve Jobs era demasiado perfeccionista y no era su punto débil, sino una de sus mayores cualidades). «Soy demasiado trabajador y eso me causa problemas en mi vida social» (Por favor……)
Para David Reese, vicepresidente de Recursos Humanos de Medallia, hoy día es un gran error este tipo de respuestas preparadas que ya nadie se las cree, salvo los malos reclutadores.
En su artículo para Harvard Business Review, asegura que respuestas como estas «dicen muy poco o nada acerca del candidato e inmediatamente implican una falta enorme de sinceridad».
Son candidatos que no demuestran cómo piensan más allá de evitar creativamente el ser honestos y auto-críticos, según Reese, el cual piensa que «tener una sala llena de personas de este tipo es perjudicial para una empresa, ya que muy pocos tendrían el valor más adelante de levantarse honestamente para decir lo que no funciona en la empresa».
(Leer: El método Murphy. 6 juegos mentales que los reclutadores emplean)
«En las entrevistas de trabajo quiero tener una conversación real con respuestas reales, y por eso antes de comenzar les digo a los candidatos que se olviden de todo lo que han oído o leído para superar con éxito una entrevista de trabajo. Estoy tratando de averiguar si tienen conciencia de sí mismos, si son capaces de ser auto-críticos, y lo más importante, si son capaces de decir la verdad cuando es difícil ser sinceros.
Me paso la mayor parte de la entrevista de trabajo intentando hacer palanca en las capas de las respuestas «enlatadas» y preparadas, y cuando acaba la entrevista, me sigo preguntando: ¿quién es esta persona en realidad?. Y lo peor de todo es que nunca lo sabré, debido a que nunca conseguirán el trabajo».
Por tanto, cuando te pregunten acerca de tu mayor debilidad, sé honesto acerca de lo que necesitas trabajar para mejorar. Es más, dile que ya estás trabajando sobre ello. Para dar esa respuesta, se necesita mucha madurez, pero muestra a los empleadores una sinceridad que pocos son capaces de dar. Si el empleador no te contrata por ser demasiado sincero, probablemente no sea la empresa en la que te conviene trabajar.