El emprendedor Jonathan Boos no se considera demasiado inteligente, ni siquiera un genio para los negocios, por lo que eso de reinventar la rueda, probablemente fuera una tarea que debería hacer otra persona. Pero un día, mientras se dirigía hacia una cita para cenar, antes de pasar al restaurante se miró al espejo y observó que los picos del cuello de su polo estaban levantados, algo que consideró quedaba demasiado anti-estético a pesar de que lo había planchado. Miró hacia la tele donde casualmente había varios jugadores de golf con el mismo problema.
Así que se puso a pensar en una solución casera para solucionar ese problema. Claro que en ese momento él no sabía que estaba a punto de tener una idea de negocio que se convertiría en un éxito de ventas. Tras buscar distintas soluciones, como cinta aislante y alfileres, todo ello daba demasiado «el cante» a simple vista, por lo que inventó y patentó los Würkin Stiffs, que son unos imanes que se colocan bajo el cuello y que mantiene los picos de los polos en perfecta armonía. Si bien la idea pudiera parecer completamente absurda, lo cierto es que su producto ahora se vende como rosquillas en la cadena Nordstrom y cientos de tiendas especializadas en ropa.
En un principio, este invento se pensó para los polos, aunque hoy día también se vende para camisas, con la idea de que los ejecutivos vayan perfectos a las reuniones de negocios. De hecho, probablemente cuando veamos en televisión a un deportista en polo, probablemente bajo los picos del polo lleve los Würkin Stiffs.
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Este emprendedor buscó financiación para su idea de negocio en un programa para emprendedores estadounidense, «The Big Idea» (La gran Idea), aunque pasó sin pena ni gloria por allí. No fue hasta 2011 cuando apareció nuevamente con otro enfoque en «Shark Tank», cuando comenzó a despegar.
En estos 3 años, este emprendedor ya ha contratado a 6 personas para su rentable empresa, consiguiendo entrar con fuerza en el mercado a pesar de la sencillez de su producto. Parte de su estrategia de negocio que le ha permitido ganarse el corazón de los estadounidenses, consiste en su interés por hacer de este producto «Made in EE.UU», sin recurrir a fábricas chinas o indias, aunque para ello el precio de su producto deba ser un poco más elevado.
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En la actualidad, su linea de negocio ya va mucho más allá, pues ahora ya vende bajo el mismo nombre todo tipo de complementos como gemelos, billeteras y accesorios de viaje.
Como siempre decimos, el dinero y las ideas vuelan a nuestro alrededor, pero no siempre tenemos el radar encendido para detectarlas.
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