Todo el mundo tiene miedo a fallar, al rechazo y al fracaso. Pero las estadísticas dicen que la mayoría de las cosas nuevas y las ideas revolucionarias fallan. 8 de cada 10 negocios recién abiertos fracasarán, aunque algunos acaben siendo negocios zombies que se niegan a asumir que están muertos al no ser rentables.
Más del 70% de las nuevas Startups que se han financiado con capital riesgo, no devolverán el dinero a sus inversores, y es por eso que el secreto de las firmas de capital riesgo se basa en la excesiva diversificación de inversión en estas empresas para que una sola empresa que funcione, acabe compensando las pérdidas de las restantes.
Ha sido Alberto Savoia, ejecutivo de Google, uno de los primeros en nombrar la «Ley del Fracaso» en Silicon Valley, asegurando que nadie pretende fallar, y que muchos fracasos no son culpa de nadie. Probablemente de ahí salió el término de «fallar rápido» para lograr el éxito lo más rápido posible.
Coincidiendo con uno de los mejores consejos que he recibido por parte de un empresario-inversor (buscar únicamente uno de estos resultados; el éxito o el fracaso absoluto. Nunca quedarse en mitad), hay una forma muy efectiva de fallar lo más rápido posible para no seguir poniendo dinero y tiempo.
Lo que debemos evitar antes de nada.
Fracasar en los negocios nos va a costar dinero y tiempo, pero también nos puede costar la vitalidad y
energía si nos introducimos en la espiral del fracaso paulatino y continuo.
Lo comparo con aquella época en la que eras un niño o adolescente y te comenzaba a gustar una chica. Tenías miedo de que te dijera que no, y por eso retrasabas el momento de decírselo directamente. Tras 6 meses o 1 año de cortejo, por fin te lanzabas. Y ella te decía «NO» (por el motivo que fuese). Habías perdido 1 año tras una chica para encontrar una respuesta que podrías haber encontrado en una semana. Y la mayoría, creo que en el fondo sabían que la respuesta iba a ser que no, y por eso la tardanza en la pregunta. ¿Cuántas chicas te podrían haber dado una respuesta positiva a lo largo de 12 meses si no hubieras estado cegado por la que no te convenía?.
En los negocios no dejamos ser aquel niño, y que por algún motivo nos aferramos a la idea de que podría ir bien algo que estamos viendo que no va nada bien, o al menos eso dicen los números del negocio.
Regla número 1 de los negocios y la vida:
«Puedes perder dinero, pero puedes recuperarlo. Puedes perder el amor de una chica, pero puedes encontrar el amor en otra chica. Pero el tiempo que hayas perdido ya nunca podrás recuperarlo».
La mayor parte del endeudamiento excesivo de un emprendedor cuando cierra el negocio suele venir de sus días de últimos «coletazos desesperados» por mantener a flote un barco que se estaba hundiendo inevitablemente.
Parte de esa culpa la tiene la mala interpretación de algunas frases de motivación como «Nunca te rindas» o «nunca dejes de luchar». Lo cierto es que es de personas inteligentes saber también cuándo hemos tenido ya suficiente y es mejor asumir la pérdida que incrementarla.
Forma de fallar rápido y no perder el tiempo.
Alberto Savoia recomiendan crear un prototipo antes de ponerte a fabricar en masa cualquier cosa. Ese prototipo puede ser probado por amigos, familiares y por una pequeña muestra representativa de personas, las cuales nos dirán si merece la pena poner dinero, recursos y tiempo en esa idea de negocio.
El prototipo sirve al mismo tiempo para recoger la opinión de inversores sobre si llegado el momento nos financiarían la producción en masa. Está claro que un prototipo probablemente sea nuestro futuro producto pero a falta de muchas mejoras.
Si hablamos de una startup, antes de lanzarnos a contratar un super-servidor y un ingeniero de programación de 1.200€ el día de trabajo, así como perder semanas en la creación legal de nuestra empresa (meses en España), vamos a lanzar una fase beta en la que no perderemos más de 2 días, y en una semana podremos tener los primeros datos. Para ello existen servicios como POP.com, donde puedes tener tu web beta en cuestión de minutos para tus primeros días de prueba de forma gratuita.
Crear un prototipo o fase beta para tu negocio, hará que en 7 días tengas datos suficientes como para saber si merece la pena seguir o abandonar tu idea de negocio (sobre todo si ésta es online). Eso es lo que se denomina un fracaso rápido que cuesta muy poco tiempo y muy poco dinero.
Para otro tipo de negocios.
Ahora aprendamos de la mentalidad de los emprendedores chinos, los cuales lo tienen muy claro. Ellos abren establecimientos. Si el negocio no crece como ellos tenían pensado, no vacilan en echar el cierre rápidamente y cambiar de local o de negocio. (Cuánto debe crecer un negocio)
Realmente, si abres un establecimiento, lo publicitas y durante 6 meses no ha sido rentable, qué te hace pensar que los próximos 6 meses van a ser mejores. Cierra y ya tienes un fracaso rápido que te permitirá comenzar de nuevo con vitalidad.
Insiste en ese negocio, y dentro de 5 años serás un emprendedor fracasado,endeudado, arruinado, emocionalmente cansado y anímicamente destrozado. Y lo peor, con 5 años perdidos de oportunidades de nuevos negocios donde sí podrías haber funcionado.
Recuerda siempre no caer en el sesgo del compromiso. Hablamos de ello en nuestro artículo: Cuando los sesgos entran en el negocio.
Pero fracasa siempre con dignidad.
No temas al fracaso, abrázalo y reza porque sea rápido e indoloro. No tengas miedo de lo que digan los demás, pues únicamente te puede criticar por fracasar alguien que nunca haya hecho nada de valor en la vida. ¿Qué ocurre cuando fracasas habiendo dinero de terceros de por medio?.
No te escondas jamás. Fracasar es de valientes, pero no dar la cara ante un fracaso es de cobardes. Recordemos el caso de Chris Poole, creador de 4Chan, un ejemplo de cómo fracasar sin perder la dignidad.
Según la forma en que asumas ese fracaso ante los demás, mantendrás o perderás tu credibilidad como empresario, y con muchas de esas personas implicadas probablemente tendrás la oportunidad de hacer negocios más adelante.