John Brandon ha dedicado media vida a la dirección de empresas y equipos de personas, el cual dio un giro a su carrera cuando en el año 2001 tuvo que dejar su profesión para dedicarse al periodismo, en cierto modo, reconociendo una amplitud de fracasos como líder. Y ha sido en estos casi 14 años como periodista, donde entrevistando a empresarios, consultores de negocios y gurúes del liderazgo, se ha dado cuenta de todos los fallos que cometió como líder empresarial. En estos momentos en un excelente articulista que colabora con la revista Inc.
Y en esta ocasión nos muestra 14 formas de ser mejores líderes en la dirección de empresas y equipos.
1. Reconoce el error rápidamente y sin dudarlo.
Asegura Brandon que le tomó muchos años aprender a decir «lo siento» como una forma de mejorar la comunicación y ayudar a sus habilidades de liderazgo. «Durante años pensé que parte del liderazgo consistía en ocultar cualquier debilidad. Si cometía algún error, yo fingía que era un malentendido o culpa de otra persona, al pensar que mi reputación quedaría por los suelos, debido a la errónea creencia de que el espejo donde se miran los demás, no puede equivocarse». Por tanto, si has cometido un error, reconócelo rápidamente. La gente te respetará y admirará por ello. Un líder es respetado mucho más por su humildad que por su superioridad.
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2. Admite que no sabes todas las respuestas.
Superioridad y orgullo son dos malas cosas para el liderazgo. Pero el líder debe tener un papel más de siervo que de figura superior. Al igual que cualquier otra persona en el negocio, nadie tiene todas las respuestas, y por tanto, los buenos líderes reconocen cuando no tienen las respuestas, salen a buscarlas y entonces encuentran esas respuestas que el equipo necesita.
3. Analiza primero, actúa después.
Se necesita mucho tiempo para recopilar toda la información, y hay un sentido en el liderazgo que te incita a actuar rápidamente y no temer a los riesgos, pero de la valentía a la idiotez sólo hay un paso. Si bien te pagan para actuar y resolver problemas, no para sentarte, lo cierto es que cometemos el error de actuar sin antes analizar o estudiar el campo en cuestión. «En muchas ocasiones aprobé proyectos y nuevas contrataciones antes de hacer un estudio a fondo. Un error que los líderes deberían evitar».
4. Debes ser rápido en la retroalimentación positiva, pero lento en la crítica.
Los empleados jóvenes necesitan aliento constantemente. Vivimos en un mundo rápido, complejo, mucha competencia y las personas están inundadas de tareas y falta de tiempo. Es por eso que el líder debe conocer la importancia de señalar las victorias, por muy pequeñas que sean, y si tienes pensado hacer una crítica, piensa detenidamente sobre el impacto de esa crítica primero.
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5. Haz preguntas personales.
«Uno de mis mayores retos como líder era luchar contra mi propia personalidad introvertida», reconoce Brandon. «No compartía demasiado de mí mismo, de mi vida familiar o mis aspiraciones. Hoy día sé que fue un error no haber tratado de entender las aspiraciones y motivaciones de mi equipo, así como no haberme relacionado con ellos mucho más a nivel personal». A fin de cuentas, la empresa trata de personas.
6. Analizar el potencial.
«Fue un error el mirar el conjunto de habilidades que se enumeraban en un curriculum en lugar de haber buscados pistas sobre el potencial de las personas en mi equipo de trabajo». Debería haber entrevistado menos candidatos y haber hablado más con ellos, para quedarme con gente más ambiciosa y atrevida sin temor al riesgo y con aspiraciones de crecimiento. Eso nunca lo encontrarás en un curriculum, debes identificarlo fuera de ese papel.
7. Despedir rápidamente.
También es función de un líder despedir a alguien de inmediato. En la mayoría de ocasiones, consultaba con recursos humanos sobre qué solución dar a problemas concretos con algunos trabajadores, y me equivoqué, pues para los despidos hay que moverse muy rápido. ¿Por qué? Porque los alborotadores estaban destruyendo al equipo en su conjunto. Como líder, que nunca te tiemble el pulso para despedir a una persona en el acto.
8. Conviértete en un mentor.
El éxito de equipos no se trata de esconder lo que sabes, sino de crear a otros grandes líderes, convirtiéndote en su mentor y enseñándole lo que sabes. Debería haber dedicado mucho más tiempo a esta labor.
9. Compartir buenas ideas rápidamente y con frecuencia.
Las ideas venían a mí muy a menudo, pero en ocasiones las contenía, a veces por no eclipsar a cualquier otra persona del equipo, y en otras ocasiones al no estar seguro sobre si parecerían interesantes al resto. La mayor parte de esas ideas se perdieron en el silencio, cuando podrían haber estimulado a otras personas a la hora de fomentar un mejor diálogo.
10. Promoción interna, pero promueve lentamente.
El saber que los componentes del equipo pueden promoverse dentro de la empresa es un gran incentivo, pero he cometido el error en muchas ocasiones de promover a alguien que aún no estaba preparado.
11. No te limites a comunicar, facilita también.
Un buen líder no se limita a comunicar las buenas prácticas de la empresa y los objetivos que se desean alcanzar. Un buen líder ayuda a alcanzar esas metas y ayuda dándole a su equipo los medios necesarios para lograr esos objetivos, facilitando el proceso y acompañando al equipo durante el proceso.
12. Recompensa la creatividad.
He visto a muchos directores que parecía les incomodaba tener en su equipo a gente creativa, y compensaban monetariamente a empleados por tareas y realización de proyectos insignificantes, cuando en realidad se debería haber recompensado a aquellos con soluciones alternativas que pensaron creativamente y mejoraron la productividad de la empresa.
13. Celebra por todo lo grande los éxitos.
Hay quien piensa que lograr un objetivo… a fin de cuentas es para lo que se paga a los empleados. «Con el paso de los años, he aprendido que un éxito en el equipo es algo para apreciar y celebrar por todo lo grande. Deberíamos haber celebrado algunas de nuestras metas con un banquete y desfiles de trompeta por toda la oficina. Al no haberlo celebrado, probablemente contribuí con la «no motivación» para esforzarse más en el próximo proyecto.
14. Usa correctamente tu energía.
Es sorprendente saber cuánto tiempo puedes llegar a perder aún estando todo el día ocupado. Hay muchas tareas insignificantes pero que nos drenan toda la energía. Debes saber cuáles son esas tareas para desprenderte de ellas o sub-delegarlas a otra persona, y así poder centrarte en lo que realmente es útil y productivo, y desde luego, en lo que te inspira más.