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Ray Dalio: Pasé de pobre a rico gracias a estos 4 hábitos.

¿Cómo pasar de pobre a rico? Ray Dalio tiene la respuesta, pues él lo logró gracias a los 4 hábitos que nos presenta.

Su empresa Bridgewater Associates es el fondo de cobertura más grande del mundo, con 150.000 millones de dólares en activos. La fortuna personal de Dalio se estima en 15.200 millones. Nada mal para un hombre que comenzó desde cero. Sin lugar a dudas, hace honor a esas historias de pasar de pobre a rico. ¿Cómo lo consiguió?

Nadie cuestiona la brillantez de Ray Dalio, a pesar de que en ocasiones ha sido criticado por su enfoque inusual en la gestión empresarial. Y es que Ray Dalio tiene como norma en su empresa algo llamado «la transparencia radical», lo cual significa que todas sus reuniones y entrevistas son grabadas y archivadas, animando a todos los empleados de todos los niveles a criticarse unos a otros si es necesario.

A cada empleado se le da una copia de un manual de 123 páginas sobre el liderazgo, escrito por el propio multimillonario.

Puedes leer ese manual de forma gratuita (en inglés). Dentro de ese manual hay una sección donde Dalio describe los hábitos que él mismo cree que le sirvieron para pasar desde una infancia de clase media-pobre a una de las personas más brillantes y poderosas del mundo de las finanzas.

 

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¿Qué hábitos le ayudaron a pasar de pobre a rico?

 

1. Trabajar para uno mismo, y no sólo hacer lo que los demás quieren que hagas.

Dalio dice que odiaba la escuela porque no veía aplicaciones útiles para todas aquellas cosas que debía memorizar. El tenía claro que no quería ser pobre. Quería tener éxito. Y era consciente de que para tener éxito, debía tener motivación. Y para estar motivado, era consciente de que debía trabajar para sí mismo.

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Comenzó a repartir periódicos y cortar el césped de los vecinos para ganar un dinero extra, y a los 12 años se le abrió el apetito por el mercado de valores, haciendo ya su primera inversión.

«Todos los trabajos que he hecho eran justo lo que necesitaba hacer para conseguir lo que quería. Nunca me he sentido obligado a hacer nada», dice Dalio.

(Leer: 25 hábitos de las personas de éxito)

2. Rodearse de personas inteligentes y aprender la forma en que pensaban.

Cualquier persona, desde un famoso inversor hasta tu peluquero, te pueden dar un buen consejo, cada uno en su campo. Pero si eres capaz de averiguar cómo piensan las personas que han tenido éxito, descubrirás que todas ellas tienen muchas cosas en común, así como las personas poco inteligentes, también tienen unos pensamientos muy comunes. Tú decides de quién quieres aprender.

Como ya hemos dicho en más de una ocasión, el rodearte de personas que ya son de la forma que nosotros queremos ser, es una de las pocas formas de atajo que hay para alcanzar el éxito.

3. Ser cuidadoso con el exceso de confianza y limitar la exposición a las situaciones de riesgo.

Tanto si hablamos de negocios como de inversiones, Dalio ha convertido a su empresa en la más grande del mundo en su campo, porque ha disminuido su riesgo tanto como le ha sido posible antes de tomar una decisión.

«Yo no hago apuestas involuntarias. Trato de limitar mis apuestas al número limitado de cosas en las que confío». Y no se trata de no asumir riesgos, sino de conocer esos riesgos y asegurarnos de que una mala decisión no tenga un impacto con el que no hayamos contado».

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Los riesgos nunca van a desaparecer. Siempre estarán ahí al igual que los problemas. Por tanto, el éxito no consiste en esquivar esos riesgos, sino en limitarlos y hacerles cara. Está claro que una vez sabemos su existencia, podemos prepararnos mucho mejor, y la preparación, ya es una forma de limitar riesgos en sí misma.

De la misma forma, las mayores caídas vienen a raíz del exceso de confianza. Y por tanto, también debemos limitar ese exceso de confianza.

(Leer: 7 cosas que tienen en común las personas más exitosas del mundo)

4. Reflexionar sobre cómo se toman las decisiones y averiguar por qué estas decisiones condujeron al éxito o al fracaso.

Dalio dice que aprender a apreciar el fracaso desde el principio fue muy valioso para él.

«Supe que cada error fue probablemente un reflejo de algo que yo estaba haciendo mal, así que si yo podía entender qué era eso que estaba haciendo mal, podría a prender a ser más eficaz. De la misma forma, aquellas cosas que nos han conducido al éxito, únicamente debemos identificarlas para replicarlas nuevamente»

Si no te paras a analizar qué decisiones son las que te han conducido a obtener un resultado de éxito o de fracaso, corres el peligro de tomar decisiones a ciegas, donde los resultados dependerán exclusivamente de la suerte.

Y como suele ocurrir, realmente Dalio no dice nada del otro mundo. Son hábitos muy sencillos que cualquiera puede adquirir, aunque por algún motivo, a pesar de los conocemos, apenas nadie se los aplica en la práctica.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más