Saber escuchar es muy importante. Involucra muchos aspectos que debemos saber manejar a fin de optimizar resultados positivos en nuestro comportamiento y en nuestras interrelaciones, de tal manera que se manifiesta un clima positivo, genera confianza, respeto, interés y atención.
Todos pensamos que escuchar es importante, pero, no todos lo hacemos correctamente. Mucha gente centra su atención en lo que va a decir después de que termine de hablar la otra persona. Ni siquiera intentan comprobar lo que creen haber oído, y mucho menos reconocer el tono o los matices emotivos.
(Leer: La apasionante biografía, vida y carrera de Richard Branson)
Se trata de errores fundamentales a la hora de emplear esta habilidad básica. Con independencia de los estudios que hayamos cursado o de nuestra experiencia, debemos aprender a escuchar, sobre todo en el mundo de los negocios. Nadie aprende nada por oírse a sí mismo hablando.
Atrás quedó esa falsa creencia en el mundo de las ventas, donde es mejor vendedor aquel que tiene gran palique. El mejor vendedor es aquel que presta sus oídos, escucha y recopila toda la información posible de aquello que está escuchando.
Entre los errores más comunes en las negociaciones y ventas, se encuentra el no saber escuchar.
Si no sabemos escuchar, corremos el riesgo de comunicar muy bien cosas que no le interesan a la otra persona o grupo de personas. En investigaciones realizadas sobre habilidades de empresarios y directivos exitosos, junto con la de ser buen comunicador y otros tantos hábitos de éxito, aparece la de saber escuchar.
Es por eso que Richard Branson da mucha importancia a este consejo que recibió de su padre. Y no podemos negar, que probablemente Branson deba el éxito de su grupo de empresas a la aplicación de este consejo, ya que Branson hace negocios dentro de industrias ya en funcionamiento, pero con un alto porcentaje de clientes descontentos. Él escucha las quejas de los clientes de una industria, y crea su propio negocio en base a la resolución de problemas existentes dentro de la industria.
Las personas que muestran mayor interés, son los más interesantes, los mejores interlocutores y quienes obtienen mas éxito en la vida.
La gente que no sabe escuchar suele poseer un ámbito de intereses muy limitado y, con frecuencia, reduce las posibilidades de su desarrollo profesional y su capacidad de satisfacción personal.
Quien sabe escuchar atentamente, descubre y se beneficia no sólo del estilo de los demás, sino también del contenido de sus mensajes.
Dice Branson que desde que su padre le dio este consejo, «escuchar más de lo que habla», allá donde va, pasa el mayor tiempo posible escuchando a la gente que conoce. Siempre lleva una pluma y un bloc de notas para aprender de lo que escucha a la gente que lo rodea.
Y ésta es una habilidad que le ha hecho ser el empresario que hoy día es.
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