Pocas personas han escuchado hablar de la estafa del aceite de ensalada que casi paraliza la bolsa de valores de Estados Unidos en 1963. El motivo por el que esta estafa ha sido poco conocida no es otro que la coincidencia con el asesinato de John F. Kennedy.
Mientras el mundo estaba pendiente de las noticias acerca del asesinato que conmocionó a medio mundo, un joven de 35 años llamado Warren Buffett, aplicaba una de sus lecciones de inversión que le ayudó a multiplicar su inversión por diez.
En aquella época existía un estafador reincidente llamado Tino De Angelis. Anteriormente estuvo involucrado en una estafa al gobierno con la venta de carne sin inspeccionar destinada a los centros escolares. Acabó en bancarrota, y como todo buen empresario, aprendió la lección y volvió con su nueva empresa «Allied Crude Vegetale Oil Refining Co«, aprovechando nuevamente el negocio de la alimentación con el Gobierno de Estados Unidos.
Pero la lección que aprendió este empresario, no fue la de ganar dinero honradamente, sino la de cómo volver a lucrarse provocando una estafa aún más rentable para él. De Angelis sabía que los programas del gobierno eran una manera fácil de hacer dinero. En 1962, De Angelis ideó el plan de usar sus grandes inventarios de aceite de soja para obtener préstamos de los bancos y algunas empresas financieras de Wall Street.
Al mismo tiempo, en su elaborado plan, compraba futuros del aceite de soja para aumentar sus tenencias de aceite, lo cual aumentaba el valor de sus inventarios, que a su vez le permitía beneficiarse de sus contratos de futuros.
American Express había creado recientemente una nueva división para conceder préstamos a las empresas que usaran sus inventarios como garantía de los préstamos, algo de lo que se benefició De Angelis, el cual comenzó a falsificar los recibos de depósito para el aceite vegetal que no tenía.
American Express envió inspectores para asegurarse de que De Angelis tenía el aceite que actuaba como garantía de los préstamos, pero sus inspectores no se dieron cuenta de que los tanques estaban llenos de agua, con una pequeña capa de aceite en la parte superior, así como algunos tanques conectados mediante tubos con otros, de forma que el aceite era transferido a otro tanque mientras los inspectores pasaban de un tanque a otro.
Más tarde se escribiría en la prensa que «si American Express hubiera hecho bien sus deberes, se hubieran dado cuenta de que De Angelis informaba de tenencias de aceite vegetal mucho mayores que los inventarios del departamento de Agricultura de todo Estados Unidos».
Una vez descubrió lo fácil que era engañar a American Express, De Angelis pensó que sería buena idea hacer lo mismo con otras 50 empresas, es decir, coger el dinero de otras muchas empresas poniendo como garantía el aceite que no tenía. Entre esas otras empresas que le entregaron dinero a De Angelis se encontraban Procter and Gamble y Bank of America.
Cuando descubrieron la estafa, de los 150 millones que supuestamente tenía De Angelis en aceite, encontraron que únicamente tenía 6 millones. Tras conocerse la noticia, la magnitud de la estafa y las empresas implicadas en el timo, el mercado de futuros se vino abajo.
El 19 de noviembre, Allied Vegetal Crudo Refining se declaró en quiebra, y 51 empresas no iban a poder cobrar sus préstamos. Varias empresas fueron suspendidas de cotización. El 22 de noviembre fue asesinado Kennedy, lo cual aumentó el pánico ya existente en los mercados.
De Angelis fue condenado a 7 años de prisión, y cuando salió de la cárcel en 1972, volvió a las andadas con una nueva estafa piramidal. Y es que un estafador es un estafador.
(Ver: Lecciones que podemos aprender del caso Enron y Gowex)
¿Y qué tiene que ver Warren Buffett en esta historia?
En aquel entonces, Buffett tenía 35 años. Ya era un empresario y un inversor de éxito, aunque apenas conocido al nivel que lo sería más adelante.
Tras la caída que sufrieron los mercados, Warren Buffett ya estaba estudiando cómo ganar dinero con el pánico inversor. Estudió los fundamentales de algunas de las empresas cuya cotización estaba cayendo considerablemente, poniendo su ojo en American Expresss, la empresa más afectada directamente por esta estafa, al ser el mayor prestamista de este estafador. American Express había perdido un 50% de su valor en bolsa tras ésto, por lo que Buffett comenzó a comprar acciones «como poseso», llegando a acumular una participación del 5% en la compañía (20 millones de dólares de la época).
Entre 1964 y 1973, American Express mutiplicó su valor por diez, convirtiéndose en una de las operaciones más rentables que hizo Buffett, teniendo en cuenta que más adelante, American Express se convertiría en una parte fija de la cartera de Berkshire Hathaway que continuó revalorizándose.
(Ver: 11 sencillos consejos para invertir en bolsa)
Sé codicioso cuando otros son temerosos, y sé temeroso cuando otros son codiciosos.
Warren Buffett eligió a una empresa muy bien establecida y con un futuro potencial, sufriendo un castigo excesivo del mercado al haberse visto implicada en una estafa. Muchos inversores venderían sus acciones perdiendo un 50% de su dinero al entrar en pánico, y lo que para algunos es pánico, para otros es una excelente oportunidad para hacer dinero. No fue suerte. No fue azar. Fue el sistema de inversión que siempre ha empleado y que le ha convertido en el mejor inversor actual y uno de los hombres más ricos del mundo.
Pase el tiempo que pase, la gente como De Angelis, siempre serán estafadores que buscarán la forma de lucrarse engañando a los demás (dinero sin honradez), y pase el tiempo que pase, los inversores y los empresarios inteligentes y honrados, seguirán siendo eso: cazadores de oportunidades.
Fuentes: Global Financial Data | Business Insider Adaptación y modificación por: Negocios1000.com
Ver: Los 16 mejores consejos de Warren Buffett sobre inversión