Por regla general, todas las personas tienen más potencial del que realmente creen que tienen, es decir, valen más de lo que creen que valen. También es cierto que con otras personas podríamos hacer un buen negocio comprándolas por lo que valen y vendiéndolas por lo que creen que valen.
Como primer paso para lograr nuestros objetivos en la vida y en nuestra profesión, debería ser conocernos a nosotros mismos e intentar sacar lo mejor de nosotros, pero muchas personas se pierden en este proceso o no son conscientes de la importancia que realmente tiene el conocernos y mejorarnos como si fuéramos un producto.
Estos son unos pasos muy sencillos sobre cómo ser la mejor versión de ti mismo
1. Obsérvate a ti mismo desde fuera.
Es decir, obsérvate como si fueras un espectador externo. observa tus hábitos, tus acciones, lo que te hace feliz, cómo te diviertes, cómo te comportas ante una crisis personal, ante un problema, observa qué haces a lo largo del día, de la semana. Y sé honesto. ¿Desperdicias tiempo?¿en qué lo desperdicias? ¿Con quién? ¿Quién aporta en tu vida? ¿qué aporta?
Si es necesario, coge papel y bolígrafo para ir poniendo tus observaciones por escrito a lo largo de la semana. El punto de partida para atacar «cualquier cosa» es la observación. Una vez que observamos, podemos identificar nuestras fugas de tiempo, nuestras fugas de productividad, la gente tóxica que tenemos en nuestro entorno, etc…
2. Identifica tus malos hábitos.
Comienza a eliminar o mitigar paulatinamente estos hábitos. Probablemente no seas consciente de el tiempo que pierdes viendo la televisión, hablando por Whatsapp o mirando tu muro de Facebook. ¿Cuánto alcohol introduces en tu organismo?¿Cuántos alimentos problemáticos consumes? Obsérvate de este modo e intenta ir eliminando poco a poco esos hábitos que hacen un mal uso de tu tiempo, tu energía, tu salud, creatividad, etc…
No es necesario que des un cambio completo a todo esto (si no te ves capaz), pero elimina un mal hábito cada semana para que así, poco a poco, también notes cómo recibes las recompensas de la eliminación de hábitos.
Ver: ¿Quieres acabar con tus malos hábitos? 6 motivos por los que puedes fracasar en el intento.
3. No hagas promesas, crea rutinas.
Comienza a crear rutinas con la incorporación de buenos hábitos, que no es otra cosa que la sustitución de un mal hábito. y asegúrate de cumplir con estas rutinas. por ejemplo: acostarte a una misma hora para lograr dormir lo necesario, un zumo de naranja (o de otra fruta) por la mañana, 30 minutos de lectura al día, 30 minutos de ejercicio diario.
Y asegúrate de cumplir estas rutinas independientemente de tu estado de ánimo. Cuando se conviertan en hábito, no te costará ningún esfuerzo realizarlas aunque al principio te parezca que estás escalando el Everest. Convierte esas rutinas en tu máxima prioridad.
4. Aprende a concentrarte en lo que haces.
Hagas lo que hagas, concéntrate. Si vas a leer, lee. Si vas a cocinar, cocina. Si vas a trabajar, céntrate en el trabajo. Si vas a divertirte, diviértete y olvida el trabajo. Cuando te centras en el trabajo, éste se hace mucho menos pesado, pues entre otras cosas, sueles acabarlo antes. A menudo verás que no se te hacía pesado el trabajo, sino tener que reiniciar después de las distracciones.
En este vídeo te explico cómo ser más productivo en 4 sencillos pasos (Para no perderte los vídeos que voy subiendo a nuestro canal de YouTube, puedes suscribirte desde aquí)
5. Usa los recursos que tienes en este mismo momento.
«Si tuviera «X»… podría hacer», «Si estuviera en «Z», haría»… olvida esas historias que como excusa están de maravilla, pero en realidad no te las crees ni tú mismo.
Comienza donde estás y usa lo que tienes. No hay más secreto para comenzar a lograr tus objetivos. Como siempre decimos, la falta de recursos nunca es una excusa. Cuando comienzas a caminar, los recursos aparecen (a veces gracias a la creatividad) y el camino se va a abriendo conforme vas caminando. No te quejes, pues como ya vimos, quejarte es lo que te lleva a la pobreza.
6. Sé tú mismo. Sin complejos.
Si no eres un gilipollas, sé tú mismo. Como dije en el vídeo que subí a Youtube, todos tenemos defectos y virtudes (sin excepción) y debemos centrarnos en nuestras fortalezas más que en nuestras debilidades. Pero hay una enorme diferencia entre tener un defecto y un complejo.
Defecto: soy calvo, tengo la nariz grande, etc…
Complejo: me da vergüenza salir a la calle porque soy calvo, voy a comprarme una peluca…. No voy a ligar porque tengo la nariz grande…. Quítate los complejos.
7. Implementa lo aprendido.
Imagina que quieres perder peso, y te lees 10 libros de autoayuda para perder peso. Al cabo del tiempo vienes y me dices: «Los libros de autoayuda son una mierda, no me han servido de nada».
-¿Qué decían esos libros?
-Que comiera X, Z… que no comiera YZ, FD,, y que hiciera ejercicio.
-¿Y lo hiciste?
-No, son una mierda.
Y por eso el mejor libro de autoayuda es aquel en el que el lector implementa los conocimientos del autor en su vida.
Lo mismo ocurre cuando leemos sobre hábitos, sobre el éxito en los negocios, en las finanzas personales, etc… si no aplicas lo que lees, la lectura habrá entrenado tu cerebro, pero no te habrá servido de mucho. Así que aplica lo que lees.
8. Fomenta las relaciones.
Llama a tu familia de vez en cuando, a tus viejos amigos, haz nuevos amigos, conoce a nuevas personas… elogia a las personas que acabas de conocer, ayuda en lo que puedas….
En las nuevas personas que conoces, puedes encontrar cosas, ideas, oportunidades, que no existían antes de conocerles.
Y finalmente, observa tu sentido del humor. Si no ríes con frecuencia, algo no va nada bien en tu vida.
Y como para todo ésto vas a necesitar fuerza de voluntad, te invito a leer el artículo:
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