Tanto si hablamos de los negocios como de nuestra vida profesional y personal, cambiando algunas cosas que decimos o incluyendo algunas palabras en nuestras conversaciones, podemos aumentar nuestro éxito de forma considerable.
Las palabras son solo palabras o sonidos, pero desde un punto de vista neurocientífico, podemos provocar grandes cambios en el cerebro de los demás. Podemos aumentar nuestro poder de influencia e incluso podemos lograr que las personas se sientan «obligadas» a complacernos en nuestro objetivo.
1. La palabra «porque….»
Las personas estarán más dispuestas a ayudarnos si les damos un «porque».
No recuerdo dónde leí acerca de un experimento que explicaba el poder del «porque», en el cual, una persona necesitaba hacer unas fotocopias, y se dirigió a locales de desconocidos. Para ello, usó dos tipos de petición:
Petición 1: Disculpe, necesito hacer 5 fotocopias. ¿Podría usar su fotocopiadora?
Resultado: El 60% de las veces, le dijeron que sí.
Petición 2: Disculpe, necesito hacer 5 fotocopias. ¿Podría usar su fotocopiadora? Porque estoy en un apuro.
Resultado: El 94% de las veces le dijeron que sí.
La palabra «porque», da un motivo, lo que hace a las personas más dispuestas a ayudarnos. Y eso lal convierte en mágica.
En una prueba con envíos de email ocurrió exactamente lo mismo.
Tras escribir el email, al final del mismo se introducía lo siguiente:
Email 1: Por favor, respóndame en cuanto pueda.
Email 2: Por favor, respóndame, porque necesito una respuesta en la mayor brevedad posible.
Resultado: El «Email 2» recibió el doble de respuestas.
Por lo tanto, si quieres tener éxito en lo que sea, sé específico en tus afirmaciones. La mayoría de las personas te complacerá por el simple hecho de que se lo has pedido y le has dado un porqué, aunque el porqué no tenga mucho sentido.
Comienza a formular esta frase en tus objetivos: «Necesito…. porque…..»
2. Consejos de Dale Carnegie.
Puede que el famoso libro de «Cómo ganar amigos e influir en las personas» tenga casi 100 años, pero eso no cambia el hecho de que lo que se dice en ese libro continúe siendo una base fundamental de la influencia. Como dice el nombre del libro, te ayudará a ganar amigos e influir en las personas, lo cual te ayudará a tener éxito en los negocios o en tu profesión.
Algunas de las lecciones que se enseñan en ese libro incluyen:
Dar apreciación honesta y sincera de las personas sin caer en la adulación.
Nos recuerda que pronunciar el nombre de una persona en la conversación, es el mejor sonido que esa persona puede escuchar. Acompaña el nombre con un comentario honesto en el que aprecies positivamente una cualidad de esa persona.
«Daniel, hacía tiempo que no hablaba con una persona tan culta como tú. Ha sido un placer para mí esta conversación, y me gustaría verte mañana para explicarte en qué consiste nuestro servicio, porque estoy seguro de que te ayudará en tu negocio».
Ese párrafo de ahí es mágico en cuestión de influencia, pues:
- 1. Pronunciamos su nombre.
- 2. Alabamos una cualidad (mostramos admiración por él)
- 3. Hacemos una petición acompañada directamente de un «porque».
- 4. Y por si fuera poco, en ese «porqué» incluimos un valor para él (te ayudará)
3. Palabras que debemos evitar.
El mismo Dale Carnegie en el libro «Cómo ganar amigos e influir en las personas«, coincide con los estudios más recientes en cómo son percibidos algunos comentarios por las personas. Así que debemos evitarlos a toda costa.
Nunca critiques, juzgues o te quejes.
La crítica es el arma del débil y de la persona infeliz, pues quien es feliz con su vida, no critica la de los demás ni pierde su tiempo en hacerlo.
Quejarse es un gasto innecesario de energía y que te conduce a la pobreza no sólo económica, sino mental.
Juzgar es uno de los peores enemigos del poder de influencia.
Nunca le digas a una persona «Te equivocas», sobre todo, cuando esté equivocada. Ahórrate también esas palabras de «pobreza de argumento», como suele ser «cómo se nota que no tienes ni idea de…»
Si os soy sincero, cada vez que he hablado de algún tema en el que considero que sé bastante de lo que estoy hablando y he recibido algún comentario del tipo «cómo se nota que no tienes ni idea…», he visto a una persona con argumentos muy pobres y que está muy convencida en ciertas creencias que muchos expertos han demostrado que están equivocadas.
Así que si te ves tentado a decir: «Te equivocas» o «No tienes ni idea», respira profundo y cambia eso por «Es una forma muy respetable de verlo, aunque yo creo que en mi opinión….»
Y si realmente esa persona está diciendo un disparate, únicamente dile: «Es una forma de verlo, Daniel, aunque has pensado en la posibilidad de que fuera también….»
Recuerda que una persona convencida en contra de su voluntad, sigo siendo una persona de la misma opinión y un enemigo más.
4. Ser agradecido.
Cuando hablamos de ser agradecidos con lo que tenemos, parece que entramos en una especie de religión, pero lo cierto es que incluso desde un punto de vista neurocientífico, el ser agradecido ha demostrado ser una poderosa forma de cuidar nuestra mente y lograr más cosas en la vida.
Ser agradecido es una forma de centrar nuestro enfoque en lo positivo y no en lo negativo. El pensamiento positivo tiene mucho poder desde un punto de vista científico.
Tony Robbins suele recomendar (aunque esto a muchos les parezca una chorrada) que nada más despertar por la mañana, dediques los primeros minutos del día en pensar en todo aquello por lo que estás agradecido.
Todo lo que tienes, es un regalo. El primer regalo es amanecer vivo (no todo el mundo amanece de nuevo cuando se va a dormir)
El camino del éxito es comenzar a construir con lo que tienes, y lo que tienes, siempre es suficiente para comenzar. Sólo una persona agradecida lo sabe. Hay que ser feliz con lo que se tiene, pues si crees que para ser feliz necesitas lograr algo que te falta, descubrirás cuando logres ese «algo» que la felicidad ha durado poco.
Sé agradecido con lo que tienes y sé agradecido con la gente que te rodea. Esto cambiará tu actitud y cambiará la actitud de los demás contigo, creando una sinergia inmediata.
Ver: 11 cosas por las que estar agradecido y que son un buen punto de partida.
5. Amor.
Y no, no me he vuelto un «ñoña». El amor es la clave del éxito, y eso lo aprendí al pasar los 30 años.
Si quieres tener éxito en lo que sea, si quieres tener una vida más plena, incluso si quieres que te quieran, debes….
Aprender a amarte a ti mismo antes que a nada o nadie. Tú eres lo más valioso.
Aprende a amar la solución a los problemas, pues problemas tendrás muchos a lo largo de la vida.
Aprende a amar lo que haces. Está bien buscar la pasión, pero en ocasiones, si no vemos la forma de dedicarnos a eso que amamos, tenemos que aprender a amar lo que estamos haciendo.
Aprende a amar la vida, con sus problemas e injusticias. Sólo tienes una vida, así que más vale que la ames.
¿Qué es realmente la felicidad? La felicidad es eso que tienes mientras te empeñas en buscarla. Lo que necesitas para ser feliz ya lo tienes. El resto simplemente es prosperar para no caer en la infelicidad.
Ver: 9 cosas tan sencillas como extraordinarias que decirle a la gente cada día
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