Coincido con psicólogos en eso de que el dinero no es lo más importante a la hora de tener a un trabajador motivado. Un trabajador descontento en su puesto de trabajo no rendirá más por un aumento de sueldo, si a éste no le gusta lo que hace. No obstante, siendo realistas, el beneficio económico es muy importante junto a otros detalles a la hora de mantener una plantilla de trabajadores motivados.
Para saber primero y ante todo cómo motivar a un trabajador, debemos conocer qué es aquello que le desmotiva:
Monotonía: La monotonía es el mal de toda desmotivación. Es capaz de romper una pareja, de amargarnos nuestro tiempo de ocio, y desde luego, de entrar en un estado depresivo en nuestro puesto de trabajo. Si cada día una persona se levanta a la misma hora, entra a su lugar de trabajo y se pasa las 8-10 horas haciendo lo mismo, día tras día, es muy probable que esa persona se desmotive, planteándose incluso el dejar su trabajo. Actualmente, los trabajadores no abandonan sus puestos de trabajo debido a que conseguir otro empleo, no es tarea sencilla. Eso no significa que esté contento en su puesto, ni mucho menos motivado.
Miedo: Miedo a ser despedido, miedo a malas contestaciones por parte de su jefe, miedo a ser reemplazado por otra persona más preparada. Los miedos, antiguamente mantenían a los trabajadores motivados, siendo hoy día una de las causas principales de bajas laborales por depresión.
Falta de gratitud: A todos nos gusta sentirnos útiles y que nos agradezcan de vez en cuando lo que estamos haciendo. Muchos gerentes piensan que no hay que agradecer nada, ya que bastante agradecida debe estar esa persona por haberle dado un puesto de trabajo. En ese caso debería ser ese gerente o líder el que debería estar buscando trabajo.
Salario: Un trabajador puede estar agradecido con el puesto de trabajo, sentirse valorado por su jefe, disfrutar con su trabajo, pero si su trabajo le hace pasar apuros económicos para llegar a fin de mes, sabiendo que en otras empresas cobran un mayor sueldo por el mismo puesto de trabajo, tendrá la sensación de estar trabajando en una ONG, por lo que de darse algún otro factor de los nombrados arriba, podría plantearse cambiar de empresa.
Diferencia de sueldos: Imagínate tres trabajadores que hacen exactamente la misma función y dedican las mismas horas de trabajo. ¿Cómo reaccionarían al enterarse de que uno de ellos cobra más que los otros dos?, no habiendo una explicación razonable para ello. Probablemente se sientan menos valorados por este simple hecho e incluso en ocasiones se puede llegar a cojer manía al trabajador que más cobra.
Estos son algunos de los factores que generan desmotivación a los trabajadores de una empresa. Formas de motivar a tus trabajadores:
Una buena forma, sin duda es lo que hacen grandes corporaciones, ofreciéndole participaciones de la empresa a sus trabajadores. Es la mejor opción para hacer partícipes a los empleados y hacerles sentir que forman parte de una empresa, de un proyecto de futuro, ya que cuanto más se revalorice su empresa, más dinero valdrán esas participaciones y por tanto, más implicación tendrán dentro de la empresa.
Objetivos: Los objetivos no son sólo para vendedores. Una secretaria se sentiría más valorada si recibiera parte de las comisiones por ventas que se hacen en la empresa, dando un mejor trato al cliente, ya que, de su atención también dependerán las futuras ventas de la empresa.
Igualdad en salarios: No tiene por qué cobrar un trabajador igual que otro, pero todos deben partir de la misma base salarial. El resto se lo ganarán por cumplimiento de objetivos y/o ventas. De esta forma, cuando un trabajador te pregunte «por qué Pepe cobra más que yo», simplemente deberás decirle, haz lo mismo que hace «Pepe» para cobrar igual que él. Esta medida provoca un mayor esfuerzo y motivación ya que hieres el orgullo de los trabajadores si no cumplen objetivos. Desde luego, es la mejor forma de identificar a los competentes de los incompetentes.
Dividir la empresa: No hablamos de hacer una división real, pero sí de hacer que los distintos departamentos sean «formas» de empresa independiente. Fabricación vende al departamento de ventas y se analiza la rentabilidad de cada una de las secciones por separado. Eso sí, explicándole a todos los trabajadores que nunca se olviden que pertenecen a la misma empresa. Las empresas que implantaron esta medida, pudieron detectar rápidamente qué departamentos eran poco productivos y animaron a otros a analizar costes para hacerlos más rentables, dando lugar a una motivación positiva por parte de los trabajadores de la empresa.
Posibilidad de ascenso: Debes dar la posibilidad de que cualquier trabajador tenga una opción real de ascender y escalar puestos en la empresa por méritos propios. Esto no sólo mejorará la motivación de los trabajadores, si no que a medida que un trabajador empuje hacia arriba, la empresa irremediablemente tenderá a crecer.
Educación: Intenta que cada semana tus trabajadores aprendan algo nuevo, dales nuevas funciones, rompe la monotonía. Busca la forma de que un trabajador no haga cada día exactamente lo mismo que el día anterior. Dales nuevos retos y fórmalos para hacerlos más profesionales. Es una buena forma de que el día de mañana, ellos mismos te puedan dar ideas para expandir el negocio en otros ámbitos. Un trabajador inteligente y preparado, no es una amenaza para tu empresa, es un trabajador que vale por dos.
Por no hablar de la importancia de generar un buen ambiente dentro de la empresa y de intentar en medida de lo posible, no dar malas contestaciones ni llamar la atención en público, claro que eso ya más que consejos empresariales, son normas de educación general.
Intenta formar a una familia dentro de tu empresa, donde todos se dirijan hacia el mismo objetivo.
Muy interesante artículo. Saber motivar es esencial en estos tiempos de crisis. Hay que tener en cuenta que un empleado feliz trabaja mejor y en consecuencia aumenta su productividad y la productividad de la empresa.