Con motivo del 35 aniversario de Playmobil, esos «muñequitos» que estoy seguro casi todos hemos llegado a tener en nuestra infancia, aprovechamos para contar la historia de su creador, ya que tras este «juguete» se esconde un visionario que apostó por una idea, cuyo éxito es más que notable. Horst Brandstätter (Alemania, 1933) no ha cambiado el mundo, no ha alterado la forma de comunicación de la sociedad, pero ha estado presente en todas y cada una de nuestras casas.
Se calcula que actualmente hay más de 25,000 millones de unidades de «clicks» (playmobil) recién vendidos, lo cual indica que con una población mundial de 7,000 millones de personas, tocamos a más de 3 playmobil por cabeza. Muy pocas empresas consiguen esta estadística. ¿Cómo surgió la idea de los playmobil? ¿Cual fue el secreto de éxito y qué medidas se adoptaron para convertir un simple muñeco de poco más de 7 centímetros en uno de los negocios más rentables dentro del sector juguetes?.
Horst Brandstätter fue el director de Geobra Brandstätter, y en la actualidad, único propietario de una compañía que ha superado varias crisis, aunque no fue hasta 1970, con la crisis del petróleo y una época en la que las fábricas de juguetes apostaban por los juguetes de metal mientras otras empresas eran reacias a abandonar los juguetes de madera.
Brandstätter trazó un plan de negocio para reducir el coste en materias primas para la fabricación de juguetes. El nuevo juguete debería ser pequeño y a ser posible de fácil fabricación, reduciendo así la necesidad de tener distintas máquinas de fabricación, ya que la «matriz» o molde sería la misma para todas las unidades. En un principio se le dijo que era un muñeco muy «feo», ya que no tenía nariz y no era muy flexible, aunque gracias a los complementos sería llamativo.
Brandstätter consiguió aumentar las ventas de la compañía de 22 millones de facturación a 100 millones en tan sólo 3 años. Playmobil ya era un éxito mundial. El siguiente paso era colocar la fábrica estratégicamente para reducir los costes de distribución, alcanzando de esta forma los 500 millones de facturación y consiguiendo que el barco pirata, así como el «Fuerte de playmobil» fueran durante la década de los 80 de los juguetes más vendidos en todo el mundo.
Poca gente compraba una sola unidad de Playmobil, ya que se conseguían vender pequeños ejércitos de estos muñecos con sus accesorios correspondientes. Brandstätter es considerado un visionario del juguete, así como Steve Jobs lo es de la tecnología.
No obstante, no quiso jugárselo todo a una sola carta, por lo que en el año 2,000 patentó la marca Lechuza, un sistema de auto-riego que en 2010 ya estaba presente en más de 65 países con una facturación de 40 millones de euros, mientras que los muñecos Playmobil están superando perfectamente la crisis.
La entrada de Playmobil en España.
Playmobil entraba en España hace ahora 33 años, osea, dos años después de comenzarse a fabricar. pocas empresas quisieron encargarse de su distribución, ya que no le veían futuro a estos muñecos. Fue la firma alicantina Famosa la que se decidió por la distribución a nivel nacional. De ahí vino el nombre inicial «Famobil».
La marca playmobil no ha dejado de innovar en el sector, de hecho, han sabido incorporarse perfectamente a la nueva era tecnológica, por lo que probablemente siga siendo el juguete preferido de nuestros hijos y nietos.
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