Las tiendas de cannabis o Grow Shops se encuentran en pleno proceso de expansión. De hecho, incluso han aparecido algunas franquicias en las que se puede entrar con 30,000€ de inversión y un local de al menos 50m2, aunque también se puede montar este negocio por cuenta propia.
La esencia de este negocio radica en la agricultura ecológica, pues no sólo se vende cannabis, sino también semillas, fertilizantes naturales o abonos. Según publicaba el diario Ideal.es, únicamente en la provincia de Granada ya existen más de 30 establecimientos de este tipo, donde el producto estrella más vendido son las semillas de cannabis con cientos de variantes. El negocio es totalmente legal, pues la ley únicamente te exige que todo lo que vendas sea para consumo propio. Es decir, que el consumidor final no pueda vender lo que produce.
Parte del éxito de estos establecimientos se debe a las ya conocidas propiedades curativas del cannabis. Los clientes habituales de estas tiendas suelen ser personas enfermas de cáncer, con tratamiento de quimioterapia o que padecen enfermedades como fibromialgia, esclerosis o glaucoma, encontrando en este producto un alivio para el dolor crónico o los efectos secundarios de algunos tratamientos.
Claro que no cualquier planta produce el mismo efecto, por lo que para estos pacientes, algunos de estos establecimientos han creado lo que llaman una «caja solidaria» donde donan parte de la cosecha de esta planta en su momento óptimo para que el paciente no tenga que esperar para consumirla.
Se puede decir que estos emprendedores han creado un negocio social, pues con esto dan dos soluciones: la primera es que el cliente no tenga que recurrir al mercado negro para la compra de estas semillas o plantas. la segunda es, en cierto modo, gravar el cannabis.
Y por último, para aquellas personas que no estén dispuestas a fumar el cannabis, estos establecimientos cuentan con la posibilidad de consumirlo con vaporizadores en lugar de fumado.
Estos emprendedores afrontan la crisis con otra filosofía. Incluso se les ha llamado «los emprendedores de la alegría», aunque según el portavoz granadino, asegura que la mayor parte de su clientela no son consumidores de cannabis por placer, sino que recurren a su producto para paliar dolencias y en mucho casos vienen aconsejados pro sus propios médicos.
Por ahora, y mientras la ley lo permita, los Grow Shops son negocios rentables y en expansión. Palabras de valentía que me han llamado la atención por parte de Chus (emprendedor de cannabis):
«Si algún juez viera que el negocio no es legal, que haga conmigo lo que quiera. Antes de una conciencia legal, tengo una conciencia humana»