El dominio de otros idiomas nace en nuestro país, desde la educación primaria, con alumnos de 6 años de edad, donde un segundo idioma se convierte en lección curricular de sus estudios. Ya en quinto de educación primaria, aparece una segunda lengua extranjera en los parámetros exigidos por el Ministerio de Educación para los más pequeños de la casa. Se implantan, cada día más, los cursos realizados en formato bilingüe.
Clara demostración, de la importancia en la sociedad actual, de los conocimientos en idiomas para las nuevas generaciones. Desde esta perspectiva, los idiomas son un punto imprescindible en el curriculum de cada candidato. Otra cuestión aparte, es la necesidad de idiomas en los diferentes puestos de trabajo.
Desde el punto de vista requerido en el perfil profesional
Si hablamos de puestos de trabajo tales como recepcionista de hotel, guía turístico o trabajos relacionados con el mundo exterior, la exigencia de uno o varios idiomas se hace necesario desde los requisitos iniciales para acceder a las pruebas de selección.
En este caso y, en dependencia de cada puesto profesional, la necesidad de idiomas variará en función del trabajo a desempeñar y se valorará y certificara los estudios realizados.
En muchos casos se exigirá, en diferente grado, conocimientos de idiomas tanto escritos, hablados o leídos y se realizarán pruebas de selección secundarias para supervisar el dominio en los idiomas de los posibles candidatos.
Determinados certificados, cursos y titulaciones lingüísticas diferenciarán a un candidato de otro y será motivo de exclusión para diferentes accesos profesionales, puesto que cada perfil profesional exigirá un determinado dominio de los idiomas.
Desde el punto de vista no exigido en el perfil profesional
Ya hemos escrito en este blog, que ante candidatos en igualdad de condiciones para un puesto, tenemos que buscar rasgos diferenciadores.
El conocimiento de idiomas es otro rasgo diferenciador ante dos candidatos de iguales características. Dependiendo de la titulación obtenida en idiomas, reflejará rasgos personales del candidato: inquieto, con ganas de aprendizaje, con amplios horizontes laborales, etc, lo que ante dos candidatos iguales, una persona con conocimientos en idiomas se hace más importante que aquel que solo muestra las características esenciales del puesto.
Los idiomas implican una cultura más amplia de la persona y la proporción entre cultura y productividad del empleado se eleva proporcionalmente ante igualdad de personas en un mismo puesto.
Todo esto, con independencia que el puesto de trabajo al que accedamos tengan exigidos los idiomas o no.
Se convierte, en rasgo diferenciador de las aptitudes del candidato.