Esta interminable crisis económica está causando daños incalculables. No en vano, cada día te cuenta más casos alarmantes, tristes y, en muchos casos, injustos. Empresas que cierran, empleados suspendidos de contrato temporalmente, prejubilaciones y bajas indemnizadas para reducir plantilla.
Son soluciones duras para reducir costes en la banda salarial de las empresas. Para abaratar gastos y buscar la mejor rentabilidad de la empresa, aumentando inexorablemente la empresa más grande de estado español en la actualidad, conocida como Instituto Nacional de Empleo.
No son las únicas soluciones. Otros empleados son trasladados a un puesto de trabajo diferente a su capacitación. ¿Qué ocurre con ellos?
La primera es acatar la nueva circunstancia (qué remedio), porque al final tienes un sueldo que paga tus facturas. Pero, en muchos casos son personas con una capacitación especialmente técnica que de repente se encuentran en labores muy distintas a las suyas, haciendo trabajos que nada o poco tienen que ver con los que un día fueron contratados y para los que se formaron.
Desde el capítulo de Recursos Humanos se trabaja desde dos maneras muy diferentes con medidas personales y profesionales.
Personal
Al menos, se debe tener la intención de adaptar la persona al puesto de la forma más factible y menos dañina posible, aunque en ocasiones, sea muy difícil de hacer posible esta intención.
Son los responsables de llevar el control de excedencias y la búsqueda de vacantes para cubrir, luego vendrá la reorganización de grupos de trabajo, estilos de liderazgo y adaptación.
Profesional
En este capítulo, existe una competencia que atañe directamente al empleado, “adaptación al cambio”, y una tarea que responsabiliza a la empresa, conocida como “formación”.
Adaptación al cambio es esa competencia profesional que tenemos todos los empleados de adaptarnos al puesto de trabajo que estamos cubriendo, a sus procedimientos laborales, a sus normativas, etc y que puede estar motivado por el avance de la organización empresarial o por el cambio de actividad profesional, popularmente, traslado del puesto de trabajo.
En cualquiera de estas situaciones, el empleado debe saber adaptarse al puesto laboral que realiza. Es como el camaleón que se adapta a su hábitat según sus puntuales necesidades. Aquel reptil que no se adapta a sus condiciones ambientales de supervivencia, es cazado por su depredador y suprimido.
Y… el trabajo ¿qué es?. Tu hábitat de supervivencia, que según la teoría de Maslow te permite avanzar en tus necesidades para conseguir una plena satisfacción personal.
La empresa debe ser consciente de la pérdida de eficacia del empleado al ser trasladado y, debe promover actividades formativas para conseguir una ágil y rápida adaptación del empleado a su nueva actividad laboral, realizando todo tipo de cursos presenciales, a distancia o por tele-formación con el objetivo de capacitar profesionalmente al empleado en su nuevo puesto.