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Resiliencia: claves para el éxito cuando las cosas se ponen feas.

La vida es un conjunto de desafíos. No importa si hablamos de negocios, finanzas o de tu carrera profesional. Vas a tener que luchar. «Nunca te rindas» y «duro con ello» son frases muy usadas con alto mensaje motivador, pero eso no evitará que caigas. Y hay que levantarse y persistir, y probablemente vuelvas a besar el suelo.

Resistencia y Resiliencia son dos «palabrejas» que se convierten en cualidades indispensables para el éxito. hay que resistir los golpes de la vida y hay que aprender de esos golpes que estamos recibiendo, no para acostumbrarnos a los golpes, sino para dejar de recibirlos o sencillamente avanzar mientras nos los siguen dando. ¿Son cosas mías o ésto es parte del discurso de Rocky Balboa?.

(Leer: El éxito en la vida no es una maratón, sino un laberinto)

Hay personas que han vivido escenarios muy difíciles, incluso una lucha por la vida o la muerte. ¿Qué hacen los ganadores y qué no hacen los perdedores ante esta situación?. Ahora apliquemos el modo de pensamiento y actuación de esas situaciones difíciles a otras más cotidianas (pero que son capaces de derribarnos), como puede ser el desempleo, tragedias personales, la ruina financiera o los problemas como empresarios.

Resistir, persistir, caer, aprender, persistir y resistir. Y no siempre en este orden. Estas son algunas ideas extraídas del estupendo trabajo de Eric Barker, una persona que ha estudiado a fondo el comportamiento humano, y cómo nuestras acciones pueden conducir hacia el éxito o el fracaso en determinadas circunstancias.

Cómo ser una persona más resiliente

 

1. Percepción del entorno real.

«Ya contaba con que la empresa iba a hacer una segunda ronda de despidos, pero nunca pensé que me echarían del trabajo a mí»

El desconocimiento del entorno y la situación es lo que nos puede llevar a crearnos falsas ilusiones y vivir una vida en base a esas ilusiones. Suele tener una clara ventaja sobre el resto, aquella persona que inmediatamente reconoce un problema, incluso antes de que el problema llegue. Admiten y aceptan lo que puede ocurrir a cualquiera, y nosotros no somos una excepción.

La mayoría de las personas pierden demasiado tiempo en las fases que atravesamos ante la llegada de un revés en la vida: negación, ira, negociación y aceptación. Es decir:

  • Negación: Esto no me puede estar pasando a mi, quizás se lo piense mejor y finalmente no me despida.
  • Ira: ¿que me vas a despedir con todos los años que he trabajo aquí?, ¿con todo lo que he hecho por ti?, no tienes vergüenza.
  • Negociación: Tengo 2 hijos, por favor, prometo que trabajaré más cobrando menos.
  • Aceptación: En muchos casos termina en depresión.
Ver también:  Experimentos sobre cómo condicionar a niños (y adultos) para el éxito o el fracaso. (1ª Parte)

 

Cuanto más tiempo vivas en la inconsciencia y negación de un problema, más tiempo perderás y más energía quemarás. Debes coger rápidamente el toro por los cuernos saltándote las primeras fases y llegando directamente a la última; la aceptación, pudiendo comenzar a buscar soluciones y no lamentaciones.
En esta situación expuesta, muchas personas, ante los despidos masivos de las empresas, algunos tienen un trabajo ya buscado incluso antes de que lo despidan, otros esperan que llegue ese día para ponerse manos a la obra. Está claro que el primero aumentará las probabilidades de ser contratado por otra empresa.
 

2. Administra tus emociones.

Dice Barker que cuando algunos submarinistas se ahogan, descubren que aún tenían aire en sus bombonas de oxígeno.
¿Cómo es posible?, sencillamente porque entran en pánico y el instinto natural de supervivencia anula a un razonamiento que a su vez está anulado por el pánico, por lo que se acaban sacando el regulador de la boca al pensar que ya no tienen oxígeno, cuando lo cierto es que la falta de aire es producida por el pánico, y no por la falta de oxígeno.
Durante años, los instructores de submarinismo del ejército estuvieron buscando una explicación al hecho de que los submarinistas salieran a la superficie diciendo que no podían respirar aún quedando oxígeno. Fue una psicóloga la que halló la respuesta a este hecho, y achacó el problema al pánico.
En la vida no es distinto. Si tomas decisiones mientras estás sintiendo fuertemente una emoción, hay una gran posibilidad de que la decisión esté mal tomada. Si tienes miedo o pánico, no podrás pensar con claridad, y es por eso que en ocasiones, ante un problema muy grave en la empresa, puede que sea mejor idea, en lugar de atacar directamente el problema, el perdernos 10 ó 30 minutos, hacer Yoga o pegarle a un saco de boxeo, y volver con la mente más despejada y las ideas más aclaradas.
Las personas resilientes reconocen las situaciones difíciles, mantienen la calma, evalúan las posibles salidas de forma racional y crean planes de actuación. ¿Hay una forma de mantener la calma bajo presión y afrontar un problema con positivismo?. Sí, tenemos dos artículos muy esclarecedores para ello:
Pero hay más formas de evitar algunos de los problemas. Sí, y eso nos lleva al siguiente punto.

3. Saber abandonar.

¿Pero cómo?, si has dicho que tenemos que insistir, persistir y nunca abandonar…
Pero también siempre decimos que no hay que ser idiota. Yo mido 1,70m y peso 66kg, por lo que ser Campeón del mundo de boxeo de los pesos pesados, no digo que sea imposible, pero estoy seguro de que habrá otras cosas que pueda hacer en menor tiempo y donde tendría más posibilidades.
Un secreto de las personas resilientes es que saben cuándo dejar algo. Hay un dicho:

 «No vas a poder ganar todas las batallas, así que elige muy bien cuáles estás dispuesto a pelear».

Podemos aprender mucho de las personas que sobreviven a situaciones entre la vida y la muerte, y es que muchos de ellos sobreviven porque son lo suficientemente inteligentes como analizar la situación y salir de un problema lo antes posible.

No puedes hacerlo todo, por lo que en un momento dado hay que ser inteligente como para saber que deberías intentar dejar de buscarte la vida como bailarín de Tango, y quizás aprovechar otras habilidades en algo más productivo. ¿Y si el tango es mi pasión?, pues baila en tus ratos libres, porque no siempre tu pasión se puede monetizar. (Leer: Cómo saber a qué dedicarse y cuál sería mi trabajo perfecto).
Pregunta: ¿Qué tiene en común el método de supervivencia a la hora de recibir una paliza por un grupo de «macarras» con sobrevivir a la llegada de un huracán?.
Respuesta: Ambas situaciones se evitan de la misma forma; no estando allí cuando ocurran.
Las personas deben tener objetivos y metas, pues eso te mantendrá motivado. Pero ojo con las metas «casi-imposibles» o directamente inalcanzables, pues lejos de motivarte, te pueden mutilar de por vida.

4. Prepararse, incluso antes de tener la necesidad de estar preparado.

Se suele decir que «en la vida primero pasas el examen, y luego aprendes la lección», pero lo cierto es que la preparación previa es lo más importante que puedes hacer para enfrentarte a cualquier problema.
Llegado un serio problema, hay 3 tipos de personas:
  • 1. La que ya ha pasado por el problema.
  • 2. La que ha estudiado la teoría por si algún día ocurriera ese problema.
  • 3. El que nunca se había preparado para el problema.
Está claro que el tercer caso lo va a tener jodido, pues va a recibir el palo de su vida y después se deprimirá o aprenderá.
Uno de los problemas que personalmente observo hoy día es el desinterés por abrir la mente a nuevos conocimientos. Si te centras demasiado en la especialización en una única materia concreta, realmente no eres más sabio, sino lo que yo denomino una mente cerrada. Hay que prever posibles escenarios que pueden surgir en un futuro y prepararse para ellos, aunque nunca lleguen. Claro que si bien puedes aprender cómo defenderte ante un ataque personal en la calle, tampoco se trata de aprender cómo reaccionar ante un ataque zombie (o puede que sí, nunca se sabe)
 Es una forma de aprender sin necesidad de fracasar, y que puede que en un futuro te evite fracasar y usar la frase tan de moda típica de consuelo: «No he fracasado, sino que he aprendido». Los cojones!!, has fracasado, y una vez que has fracasado, lo único que ahora puedes hacer es aprender la lección para que no te vuelva a ocurrir.
Al menos, en nuestra temática; negocios inversiones y carrera profesional, nuestros errores pueden costar dinero, pero no vidas. Y personalmente me gusta aprender del aprendizaje y tipo de decisiones que toman esas personas que tienen vidas en sus manos, incluida la suya propia.
Ver también:  2 reglas básicas que mejorarán notablemente tu curriculum.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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