España, actualmente tiene problemas de imagen, y es que todo inversor sabe que después de Grecia y Portugal, nuestro país es uno de los más débiles de la Unión Europea y uno de los más afectados por la crisis. La reestructuración de la deuda griega nos afecta directamente a nosotros y en general a toda la UE.
El segundo rescate griego ha creado mucho nerviosismo en los mercados y para España esto se ha reflejado en un nuevo repunte del diferencial de la deuda con el bono alemán a 10 años. Después de 5 meses, el IBEX también perdió el nivel de los 10,000 puntos, y esto se ha atribuido a la situación de Grecia.
Las reformas del mercado laboral y los planes de ajuste que faltan por llegar también preocupan a los inversores, ya que consideran que son parches temporales para disminuir el déficit público y podría darse una situación de contracción del consumo al perder poder adquisitivo los consumidores españoles.
El déficit autonómico también es conocido por los mercados y es preocupante, ya que tenemos comunidades autonómicas con un nivel de endeudamiento que impedirá nuevas inversiones y crecimiento, provocando más desempleo.
Estos factores hace que los inversores exteriores nos comparen con Grecia, y fuera de España no descartan que tarde o temprano necesitemos ser rescatados, aunque los financieros y economistas españoles lo descarten por completo.
Lo único que podemos saber a ciencia cierta, es que España deberá continuar con sus medidas de recortes y ajustes bailando al ritmo de la música que nos dicten los mercados, y una vez que hayamos empleado todas estas medidas, puede que que la siguiente pregunta sea…¿Por qué ha disminuido el consumo?, sencillamente, porque la población no tiene poder adquisitivo.