Cuanto más tiempo estés sin trabajo, más aumentan las posibilidades de que no consigas un trabajo. Esto era así antes de la crisis, donde se decía: «busca trabajo cuando estés trabajando y no esperes a abandonar una empresa». Aunque en cierto modo, a raíz de la crisis algunos pensaban que con el desempleo masivo y la cantidad de desempleados de larga duración, no se tendría en cuenta ese requisito. Y lo cierto es que se sigue teniendo muy en cuenta.
Hoy día, la mayoría de empleadores rechazarían a un candidato que haya estado sin trabajo durante 3 años, y en cambio, otra persona, quizás menos válida para el puesto de trabajo que haya tenido 5 trabajos distintos con contratos cortos, tendría la puerta mucho más abierta a acceder a un puesto de trabajo.
El estigma del parado de larga duración nos diría que una persona que ha estado 3 años sin trabajar, o más bien, que no es capaz de rellenar un hueco laboral de 36 meses en el currículum, se podría considerar a voz de pronto una persona muy perezosa y que no se ha movido lo suficiente. En cambio, incluso en desigualdad de conocimientos y habilidades, otro candidato que haya conseguido rellenar ese hueco, aunque sea con trabajos alejados de las funciones que se le piden, el empleador puede pensar que es una persona más luchadora, más «buscavidas» y eso en principio gusta a la empresa.
Si antiguamente, el estar más de 6 meses en el paro era una verdadera trampa para encontrar trabajo, el estar más de 12 meses e incluso 4 años, es como suicidar las probabilidades de encontrar un nuevo empleo. Si a eso le añadimos el estigma de tener más de 45 años, las probabilidades de encontrar un trabajo en el futuro, serían prácticamente nulas.
El hecho de observar en un curriculum a una persona que lleva más de 12 meses en el paro, no debería decirnos absolutamente nada. Es más, no puede decirnos nada como habilidades, profesionalidad, conocimientos, etc… únicamente puede decirnos que por algún motivo (que el empleador no sabe) esa persona ha estado mucho tiempo en el paro, y eso no le resta ni le añade profesionalidad con respecto a otra persona.
El hecho de ser un desempleado de larga duración es lo que lleva a muchos a inventarse puestos de trabajo falsos y empresas falsas con el fin de rellenar ese «fatídico» hueco del currículum. (Leer: 5 Formas en que Recursos Humanos es engañado para contratar al candidato equivocado).
Testimonios de personas que reflejan una realidad distinta al estigma.
Angeles García, de 52 años lleva sin trabajo desde el 2008. Eso son 5 años. ¿Es perezosa, no tiene ganas de trabajar…?.
Cuenta que a lo largo de estos años ha mandado cerca de 2.000 curriculum y ha hecho 30 entrevistas de trabajo. Los primeros 12 meses, su trabajo principal fue buscar trabajo. Reconoce que para mantenerse ha hecho de todo, pasear perros, depilaciones, manicura, escribir en internet para ganar un dinero extra, etc… trabajos que no puede poner en su hoja de vida laboral, ya que era una ejecutiva.
Su empresa quebró en 2008 y todos fueron despedidos. Afirma que algunas de las primeras empresas que la llamaron para la entrevista de trabajo, actualmente también están cerradas. Escuchó eso de que hay que reinventarse, y eso hizo. Asistió a nuevos cursos relacionados con temas de lo más dispares, pero nada de lo que hizo la llevó a una oportunidad laboral.
Después de toda una vida trabajando, ahora se ve con 52 años cobrando una ayuda familiar, pues su marido hace 3 años que se fue al paro, y ya entrado en el sufrimiento de la ansiedad, ataques de pánico por sus deudas, etc… Es por eso que el simple hecho de que alguien insinúe que es perezosa por llevar 5 años buscando trabajo, es algo que la irrita bastante.
Hace 6 meses dice que la desesperación la trajo a Negocios1000.com , leyó nuestro artículo 5 motivos para no buscar trabajo y emprender tu propio negocio y en la actualidad se encuentra negociando con el banco para abrir una franquicia, pues asegura que cuando todo lo tienes ya perdido, sólo puedes avanzar.
Rafael F. 48 años, De Director Comercial a Desorientado total.
En 2009, la empresa de Rafael hizo un despido de 400 personas. En 2010 volvió a encontrar trabajo tras más de 15 entrevistas y 6 meses más tarde, su nueva empresa hizo un ERE y ya no volvió a entrar. Al principio buscó trabajo como Director Comercial, después rebajó la búsqueda a Jefe de Sección o similares.
La desesperación lo llevó a buscar trabajo de vendedor, y cuando la prestación por desempleo llegaba a su fin, comenzó a buscar cualquier cosa que le ofrecieran, tanto de camarero, repartidor (lo que sea), y asegura que únicamente ha encontrado ofertas donde había que trabajar con contrato mercantil y en algunos casos hacer una inversión inicial. En algunos trabajos le han dicho que está demasiado cualificado y en otros que ya es mayor. Dice que cuando sus hijos se van al colegio, el sale a pasear por el parque en un estado de desorientación total.
Tras enviar más de 200 curriculum y pedir trabajo en más de 100 restaurantes, 50 cafeterías y 25 fábricas, es otra persona que se está planteando emprender su propio negocio. Bromea diciendo que «la vida es muy irónica, ya que por sus manos ha pasado una facturación de más de 300 millones de euros cuando era Director Comercial, y ahora no encuentra trabajo ni en comercios de 50.000€ de facturación anual.»
Tenemos más de 20 testimonios similares, donde incluso algunos aseguran que llevan más de 2 años en desempleo porque el ir a trabajar le hubiera salido incluso más caro. Otros aseguran que no veían la necesidad de rellenar un curriculum con cualquier tipo de trabajo, entre otras cosas porque no contaban con que les iba a ser tan difícil encontrar un nuevo trabajo teniendo asombrosas credenciales y resultados demostrados. Es evidente, que se equivocaron, pero perezosos… no lo creo.