A pesar de la creencia popular, existe una alta probabilidad de que los millonarios sigan trabajando después de su edad de jubilación, a diferencia del resto de la población que suele soñar con la idea de retirarse joven y rico.
Según la encuesta realizada por Merrill Lynch, y recogida por la CNBC, un tercio de los ricos «jubilados» con fortunas de entre 1 millón y 5 millones de dólares en activos invertibles, continúan trabajando en la actualidad, a diferencia de únicamente un 15% de los jubilados que tienen menos de 250.000 dólares y que siguen trabajando.
¿Pero por qué siguen trabajando si no tienen necesidad de hacerlo?
La respuesta es sencilla: los millonarios siguen trabajando porque disfrutan haciéndolo, porque quieren y porque sienten que lo necesitan.
El perfil de un jubilado rico es el de una persona luchadora y apasionada, por lo que eso de tumbarse en la playa o jugar a la petanca, en principio puede ser divertido unos pocos días.
«Todo el mundo necesita un juego para jugar, incluso cuando ya has ganado»
Los jubilados ricos dicen que tienen la necesidad de mantenerse mentalmente activos. Esta sería la respuesta más común a la pregunta de «por qué siguen trabajando», según la encuesta. También dicen que el trabajo les ayuda a mantenerse más jóvenes, en forma y mentalmente fuertes.
Irving Kahn – 109 años |
Irving Kahn es el inversor más longevo de toda la historia. En la actualidad tiene 109 años y cada día está en pie para vigilar de cerca los mercados financieros. Morirá comprando y vendiendo acciones. Él no se imagina retirado de su trabajo.
Pero hay otras razones para que sigan trabajando.
La mayoría de los jubilados millonarios trabajan para sí mismos y son dueños de sus propios negocios, por lo que ellos establecen sus horarios (aunque finalmente trabajen más que ninguno en la empresa) y a fin de cuentas, ellos no están subidos a un andamio, enlatando conservas en una fábrica o encerrados en un cubículo sin ventanas dando explicaciones a 10 jefes distintos.
(Leer: 12 cosas que saben los millonarios)
Sus definiciones de trabajo son mucho más flexibles. Según la encuesta, la mitad de estos jubilados se tomaron un descanso de su trabajo la primera vez que se retiraron por la jubilación. Merrill Lynch llama a esto «una interrupción de carrera». Es una oportunidad para recargar las pilas, relajarse y pensar qué quieres hacer a partir de ahora.
La mayoría no aguantan ni 30 días de descanso. Algunos vuelven para seguir dirigiendo sus empresas en la sombra, otros permanecen como consejeros y otros eligen una nueva carrera que podría llamarse una diversificación de la anterior, más flexible, más divertida y más emotiva.
Algunos empresarios se convierten en inversores ángeles, otros recurren a las labores humanitarias para hacer algo por el mundo, mientras que otros disfrutan enseñando a nuevos talentos esas habilidades que han desarrollado a lo largo de su vida.
Cualquier cosa salvo retirarse para no hacer nada. Y esa mentalidad probablemente sea la que en sus días les convirtió en personas exitosas y en verdaderos millonarios.
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