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5 cosas que aprender de la mano derecha de Warren Buffett – El Tao de Charlie Munger

Aunque siempre hablemos de Warren Buffett, no debemos olvidar a su segundo de abordo y mano derecha, Vicepresidente de Berkshire Hathaway y también una leyenda en el mundo de la inversión. Hablamos de Charlie Munger, del que ya publicamos sus cinco sencillos pasos para hacerte rico y otros artículos con su visión y consejos (ver aquí).

El escritor David Clark ha escrito 8 libros sobre Warren Buffett, entre ellos, «El Tao de Warren Buffett: La sabiduría de un genio» y el famoso «Buffetología«.

En este caso nos sorprende con su último libro: «El Tao de Charlie Munger» (sólo en inglés por ahora), del que ya tenemos algunos puntos donde el propio Clark explica algunas de las lecciones que ha aprendido sobre Charlie Munger.

1. El deseo de enriquecerse rápidamente es muy peligroso.

Todo lleva su tiempo, y la riqueza, tanto si hablamos de negocios como de inversiones, es un proceso, y no un salto. Muchos inversores se adentran al mundo de la bolsa intentando ser más listos que el mercado e intentando aprovechar las constantes fluctuaciones de los precios de las acciones en el corto plazo para hacerse ricos en bolsa rápidamente.

Si algo se debe saber de la bolsa, es que en el corto plazo, el movimiento del precio fluctuará por acontecimientos o eventos que no tienen nada que ver con el valor real del negocio subyacente de la empresa en el largo plazo. Es decir, una empresa con mucho potencial alcista, en el corto plazo podemos verla caer y caer porque todo el mercado está cayendo.

Y como todos sabemos, para aprovechar al máximo los precios de esas ligeras oscilaciones de precios en el corto plazo, tendríamos el apalancamiento, el cual te puede ayudar para generar riqueza en menor tiempo y con menor capital, pero si las cosas se ponen feas, el apalancamiento, también puede ir en nuestra contra. Si bien nos apalancamos buscando más beneficio, también nos podemos encontrar con más perdidas si nos falla nuestra «jugada».

Ver también:  Turismo de Negocios. Otra excelente idea

Por regla general, quien no deja de buscar la riqueza rápida, por regla general encuentra la pobreza permanente.

Es por eso que la filosofía de inversión de Munger y Buffett (Berkshire Hathaway) no es adquirir una posición apalancada en una acción esperando los movimientos cortoplacistas, pues saben que un hecho concreto como el 11S puede provocar unas pérdidas cuantiosas en pocos minutos.

El consejo de Munger es evitar el apalancamiento e invertir únicamente en empresas sólidas y con gran recorrido en el largo plazo.

Interpretación rápido del mensaje: Si buscas hacer de la bolsa algo rentable, más value investing y menos trading.

2. Saber lo que no sabes es más útil que ser brillante.

Munger dice que necesitas ser más consciente de lo que no sabes, y luego utilizar ese conocimiento para mantenerte alejado de las empresas que no entiendes.

Un ejemplo de la sabiduría de Buffett y Munger se dio durante el apogeo de la burbuja tecnológica en la década de 1990. Muchos reputados inversores y fondos de inversión comenzaron a invertir como posesos en las empresas tecnológicas de moda de aquellos entonces.

Munger reconocía no entender el negocio de aquellas empresas, así como no eran capaces de analizar las acciones tecnológicas, por lo que Berkshire Hathaway decidió evitar la inversión en estas empresas por completo. La mayor parte de Wall Street pensaron que Buffett y Munger habían perdido el tren, un tren que iba a toda velocidad.

Finalmente, la burbuja de las «puntocom» estalló, se perdieron muchas fortunas, y fueron Buffett y Munger los que en ese entonces fueron brillantes. No quisieron subirse a un tren que iba a descarrilar.

Ver también:  5 errores comunes que se cometen cuando heredas dinero.

(Ver: Así era Internet en 1995)

3. La gente está tratando de ser inteligente. Pero Munger trata de no ser idiota, y eso es más difícil de lo que la gente piensa.

Munger se basa en la teoría de que en ocasiones el mercado de valores es miope, y hunde el precio de acciones que valen mucho más o que en el largo plazo tenderán a revalorizarse. Es decir, el mercado, con sus movimientos intradiarios y fluctuaciones cortoplacistas, olvida fijarse en el valor subyacente de una empresa cotizada. Y ahí es cuando no hay que ser idiotas, pues ahí es donde se encuentra la rentabilidad en este negocio.

Cuando Munger o Buffett ven esta situación, es como comprar billetes de 100 dólares por 20 dólares, por lo que se trata de invertir grandes cantidades de dinero y mantenerlo en el largo plazo, esperando que el negocio subyacente de la empresa acabe por levantar el precio de la cotización y el mercado refleje su valor en el precio.

Por lo tanto, puedes tratar de ser inteligente, pero sería algo estúpido no actuar cuando ves una buena inversión, una gran oportunidad de negocio.

4. Sienta tu culo en una inversión de largo plazo. Ahorrarás en comisiones y en impuestos.

Si haces una inversión de largo plazo, el simple hecho de no tocarla y mantenerla, para Munger, tiene una clara ventaja: el sistema de impuestos de da dos o tres puntos porcentuales extra al año, es decir, es como si obtuvieras un 2 ó 3 por ciento más de rentabilidad anual por tu inversión.

Munger sostiene que la compra y venta constante de acciones significa pagar más comisiones y además, ser gravados por la mayoría de sistemas fiscales de los países. En cambio, si compras acciones y las mantienes durante 20 años, lo más probable es que no pagues ni un sólo impuesto por esa inversión durante esos 20 años, lo cual equivale a un 2 ó 3 por ciento anual de rentabilidad añadida, pues como se suele decir, «dinero ahorrado es igual que dinero ganado».

Ver también:  Las únicas 3 formas de alcanzar la libertad financiera.

5. Si quieres pescar buenos peces, espera que drenen el barril.

Munger piensa que la miopía del mercado de valores, en ocasiones sirve oportunidades de inversión tan claras, que es muy difícil no verlas. Y ésto sucede sobre todo cuando los inversores entran en pánico y huyen del mercado vendiendo todas sus acciones, incluidas aquellas que tienen un gran potencial de crecimiento.

Es como si las buenas acciones fueran peces dentro de un barril. Cuando los inversores huyen, el barril se va drenando, y así Munger puede ver más claramente los peces del interior.

De aquí viene el famoso dicho «Sé codicioso cuando otros son temerosos y temeroso cuando otros son codiciosos», que podemos simplificarlo en «compra cuando todos vendan».

** En breve prepararé un vídeo en nuestro canal de Youtube para hablar sobre la inversión en bolsa sobre lo que es la inversión en bolsa y lo que no es, así como para responder a algunas cuestiones que los lectores me han ido preguntando.

Ver: Así multiplicó Warren Buffett su dinero «x10» en 1963.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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