Hace un tiempo ya hablamos de Timothy Sykes, el cual se dio a conocer porque convirtió 12.000 dólares en 1,65 millones de dólares cuando aún estaba en la universidad. Y lo hizo especulando en el mercado de las Penny Stocks (acciones centavo).
La diferencia entre ambos es que Tim Sykes nunca ha sido condenado por sus actividades bursátiles. De hecho, la estrategia que usa es completamente legal, aunque sí que ha tenido algún problema con las propias empresas que se encontraban haciendo «pump and dump» – bombeo y volcado (inflar y tumbar los precios) por haberles jodido la estrategia de estafar a los inversores. Pero vayamos por partes.
«No eres tan inteligente como crees, y en esta economía, tampoco tienes un gran futuro … la buena noticia es que ni la inteligencia ni el potencial son necesarios para aprender a ganar dinero con las acciones centavo.» – Timothy Sykes.Hay sitios web financieros que piensan que lo que hace Sykes es ilegal.
El tema de las penny stocks es delicado. Muchas personas piensan que ponerte corto en las acciones centavo es ilegal, pero eso realmente es una falacia, pues las posiciones bajistas no son ilegales en prácticamente ninguna empresa cotizada salvo en algunos momentos puntuales que se han prohibido las posiciones cortas en algunas empresas. Lo que debería ser ilegal es difundir rumores falsos para hacer subir el precio de una empresa que a menudo no vale nada y que la persona que difunde el rumor (a menudo el propio dueño de la compañía) gane dinero a costa de las pérdidas de otros inversores.
La estrategia para ganar dinero con las acciones centavo.
Aunque es más complejo que todo ésto, y estoy seguro que Sykes explicará centenares de indicadores y otros parámetros, en principio, una penny stocks que se dispare en una mañana un 700%, ya de por sí, es sospechoso, y más si la empresa no ha descubierto la cura del cáncer.
Si la subida ya es de un 3.000%, algo raro está pasando seguro. Una vez que conocemos el patrón de la estrategia inflado y volcado, sabemos que los «timadores» tienen acciones de la empresa antes de que comience la subida, por lo que una vez que se dispara el precio de la acción, ya conocemos qué paso será el siguiente en darse: los timadores venderán sus acciones cuando el precio se haya disparado, y el precio de las acciones comenzará a caer en picado. El pánico se apoderará del resto de inversores que compraron y harán caer aún más el precio.
Como hablamos de un mercado que suele ser muy poco líquido, es posible que en plena caída, a los inversores les cueste encontrar compradores.
Y básicamente ahí está el negocio para especular en este mercado. Ciertamente, es mucho más fácil hacerlo invirtiendo en contra de las compañías, ya que de por sí, estas empresas tienen poco valor en su gran mayoría.
No obstante, no hay que olvidar que la volatilidad de estas acciones se puede producir en ambos sentidos y que las recompensas y rentabilidades son enormes porque los riesgos también son enormes. De hecho, el propio trading ya es peligroso.
La actual vida de Tim Sykes
En su cuenta de Instagram podemos ver que Sykes no lleva lo que llamaríamos una vida muy frugal. De hecho, suele subir constantemente fotos de sus viajes y de sus coches muy caros, así como no vacila a la hora de hacerse una foto con montañas de dinero. Eso sí, como reza en el texto de esta foto que subió:
«No publico fotos como esta para restregarte lo que yo tengo versus lo que tú no tienes, sino para inspirarte y ayudarte a que te des cuenta de que yo no soy especial. Si yo puedo hacer millones de dólares en el mercado de acciones, tú también puedes.»
Según cuenta, hoy día ya puede trabajar desde cualquier parte del mundo. Únicamente requiere un portátil y conexión a internet. Tanto a la hora de gestionar su blog, como para la venta de cursos y para el comercio con acciones, puede hacerlo desde cualquier isla exótica que tanto le gustan.
En esta otra foto, los padres de Sykes cuentan una gran cantidad de dinero en efectivo.
Su cuenta de Instagram supera el millón de seguidores, aunque no todo son viajes y vacaciones en Bora Bora. Sykes también ha adquirido esa filosofía de dar y ayudar a los demás. Sencillamente ha sabido hacer algo mejor que otros, y ahora intenta enseñar a otros a hacerlo, aunque como ya sabéis, una gran mayoría no lo lograrán porque sencillamente la especulación no es para todo el mundo.
Más que una cuestión matemática, es psicología y gestionar correctamente las dos peores emociones a las que se enfrenta el ser humano: pánico y ambición.
Y como consejo final del propio Timothy Sykes: No dudes en gastar dinero en alegrar a las personas que amas.
Ver: Todo sobre inversión en bolsa y Educación financiera para ir aprendiendo lo básico.