Según un estudio hecho sobre algunas empresas, estas tomaron medidas para evitar que la crisis les afectara incluso antes de que les llegara a su sector. Una cosa recomendable «prevenir antes que curar». El problema es cuando tomamos decisiones basadas en el miedo y en las cuales no pensamos debidamente cómo una decisión hoy, puede afectar el futuro de nuestra empresa.
Actualmente, las personas tienen tanto miedo a cómo les afecta o va a afectarles la crisis que sencillamente no toman decisiones, simplemente, no hacen nada, esperando que el gobierno solucione el problema. Partamos del principio básico de que la mentalidad de cada persona es el 90% del resultado.
Qué está afectando nuestra mentalidad emprendedora y empresarial
Nos pasamos los días leyendo las noticias en prensa, viendo las noticias en televisión y participando en reuniones donde el único contenido de la reunión es lo negativo de la crisis. Prestamos atención a las empresas que diariamnete cierran, las estadísticas del paro y un descenso en ventas de todos los productos.
Estas noticias negativas nos influyen y nos ciegan hasta el punto de no ver las empresas que están aprovechando la crisis para hacerse más grandes, las empresas que están innovando y están consiguiendo un aumento considerable de su producción. Empresas que se expanden por todo el mundo y que hoy día son más grandes de lo que fueron antes de la crisis.
Puede que séa más fácil refugiarse en el consuelo de que la mayoría no les va bien la situación. Eso es lo más fácil, siendo lo más inteligente analizar el por qué otras empresas se están fortaleciendo.
En pocas palabras, compartir noticias negativas, nos distráe de nuestra auténtica preocupación, la cual debería ser buscar una solución.
No esperes que el gobierno te saque de la crisis, ya que la crisis Global depende de las medidas de todo un país. En cambio, la crisis de tu empresa únicamente depende de tí el buscar la solución.
Por eso, revisa tu plan de negocio, analiza los clientes que tienes. Cuales son los que te producen más rentabilidad. Qué proveedores son los que te pueden aportar mejores soluciones a la situación, qué trabajadores son imprescindibles y de cuales puedes prescindir, aunque antes de despedir a un trabajador, evalúa los costos que eso conlleva y si la decisión tomada es acertada.
Busca nuevas oportunidades de mercados, nuevos clientes. Lucha por ser el número uno. Reinvéntate a tí mismo y a tu empresa.
Recuerda que el mérito de un empresario no es hacer funcionar una empresa cuando todas funcionan, es mantenerse en pie cuando otras cierran.
Sobre todo, quítate el pegamento que te has colocado en la silla del teatro, ya que donde debes estar es en el escenario y desde luego no te enfoques ni gastes tu energía en los problemas, utiliza esa energía para buscar las soluciones.
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