Dos de las fortunas más grandes de España y al mismo tiempo, dos de los hombres más ricos del mundo, quedarán exentos del Impuesto de Patrimonio que el Gobierno ha aprobado para gravar a las grandes fortunas, ya que no se ha modificado la regulación tributaria de las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV), y estas sociedades son las que integran gran parte de las grandes fortunas, no sólo de Amancio Ortega y Emilio Botín, sino las de cientos de ricos de España.
Siempre hubo ricos y pobres, como bien se suele decir, aunque a la hora de pagar impuestos, podemos observar que hay ricos y ricos con clase.
Es por este motivo que siempre insistimos que el dinero debe estar moviéndose, pues un ahorrador pierde parte de sus ahorros. En cambio, un inversor bien asesorado, consigue mantener su capital íntegro y además recibir una plusvalía y beneficios fiscales.
Del mismo modo, las fundaciones de los millonarios tampoco tributarían bajo este gravamen, es más, no es ningún secreto que las asociaciones benéficas pueden generar unos beneficios fiscales asombrosos, y es por eso que muchos de los millonarios y grandes corporaciones las crean (en algunos casos).
De nuevo la polémica del Impuesto de Patrimonio, ya que se escuchan algunas voces que afirman se terminará gravando a la clase media, pues estas personas que disponen de un capital de 700,000€ son ahorradores y no ricos, ya que serían estas personas que en sus días vivieron en austeridad metiendo en el banco sus nóminas para tener una jubilación «pudiente».
Evidentemente, estos «ahorradores», al conocer que los «auténticos ricos» están exentos, ahora mismo se sienten como víctimas. Incluso alguno que otro ya ha dicho que el 20-N no votará a Rubalcaba 🙂