Hablamos de Monsanto, el gigante biotecnológico que quiere convertirse en el Google de los cultivos y en una peligrosa plaga para la humanidad por su sistema de patentado de semillas. Muchas personas ya han escuchado hablar de esta empresa y sobre la forma en que pretende hacer negocio a través de sus semillas. Hoy hemos sabido del caso de Percy Schmeiser, un agricultor que se enfrentó legalmente a este gigante y el cual podemos ver en el vídeo que mostramos a continuación.
Problema número uno: Si compras semillas a Monsanto y las siembras en tus campos, has adquirido un compromiso de por vida, pues si estas semillas se reproducen y vuelven a germinar años después, Monsanto podrá volver a reclamar una cantidad económica al tener patentadas las semillas.
Problema número dos: Las semillas transgénicas pueden ser responsables de la destrucción de la fertilidad de la tierra para el cultivo natural, por lo que una vez se han dejado entrar en tus campos, probablemente las únicas semillas que puedan volver a crecer en esas tierras durante décadas, sean las mismas modificadas genéticamente con sus correspondientes productos químicos.