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Los Curriculum son una mierda. Para las empresas y para los aspirantes al trabajo.

Estaba buscando un término más adecuado para describir la utilidad de un curriculum, pero no se me ha ocurrido otro término más apropiado. Acabo de ver que nuestro compañero, Carlos Alonso, encargado de la sección de recursos humanos, ha escrito un artículo sobre qué debemos poner en un curriculum y acabo de recordar unas recientes estadísticas. El 70% de los aspirantes a un puesto de trabajo miente en el curriculum y miente en la entrevista personal, claro que Recursos Humanos tampoco quiere que seas totalmente sincero, entre otras cosas porque no te seleccionarían.

Todo son virtudes en los curriculum: Don de gentes, habilidades en la negociación, acostumbrado a trabajar por objetivos, resistencia ante la adversidad, capacidad de liderazgo, etc… la parte que más me gusta es la de nivel de inglés medio, cuando realmente quiere decir nivel bajo tirando a nulo. Claro que la gran pregunta para la empresa sería: ¿necesito yo a una persona que hable inglés?, ¿rechazaría a un candidato por no dominar idiomas?. A veces las empresas rechazan a candidatos por no dominar un segundo idioma, cuando realmente su empresa atiende a un extranjero 1 ó 2 veces al año.

Quizás el currículum, así como la subcontratación de las empresas a «seleccionadores expertos», sean los responsables de que muchas empresas estén al borde de la quiebra, y es que contrataron a un líder que no tenía capacidad de liderazgo y a un capitán de barco que no sabía navegar con la marea revuelta. Es más, seleccionar a una persona por lo que pone en su curriculum tiene la misma utilidad que mantener una relación sentimental con una persona porque nos gusta el color de su ropa.

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Por no hablar de los requisitos que se solicitan para un determinado puesto de trabajo, que en ocasiones son innecesarios y descartan a buenos profesionales. Siempre choqué con estos planteamientos, sobre todo a la hora de buscar vendedores, ya que en algunas empresas buscaban a un vendedor licenciado en… y eso hacía que la empresa tuviera un licenciado en… pero nos seguían faltando buenos vendedores, los cuales no encontrábamos por exigir esa licenciatura en…

En cambio, cuando un vendedor de la competencia te estaba «machacando» en la calle, lo llamaba para captarlo y hacerle una oferta en nuestra empresa. Querías que esa persona trabajara para tí, estabas dispuesto a mejorar las condiciones que tenía en su empresa con tal de traerlo. Curiosamente no tenía esa licenciatura en… por lo que en caso de haber dejado su curriculum en nuestra empresa, el departamento de Recursos Humanos no le hubiera seleccionado. Esto nos lleva a dos claras conclusiones:

  • 1. Que las empresas creen que saben lo que buscan, pero realmente no tienen ni idea de lo que necesitan.
  • 2. Que el Curriculum es una auténtica tontería.
Ya di algunos consejos sobre cómo detectar a un trabajador malo antes de contratarlo, quizás algunos de ellos poco ortodoxos pero muy útiles para la empresa. Al aspirante al puesto de trabajo le dimos algunas técnicas de lenguaje corporal que debe tener en cuenta en la entrevista personal. No obstante, y lejos de toda esta parafernalia que se mueve en las contrataciones, lo cierto es que al final a un trabajador hay que medirlo no por lo que tiene, sino por lo que sabe hacer con eso que tiene.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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