Flexibilidad Laboral: La competencia mejor valorada por Recursos Humanos y malinterpretada por las empresas.

Acaba de salir a la luz un estudio europeo en el que se analizan las competencias profesionales más solicitadas (competencias clave) por las empresas a la hora de contratar a una persona. El resultado ha sido presentado por países, y en el caso de España, la competencia mejor valorada por los departamentos de Recursos Humanos ha sido la «flexibilidad».

Pero… ¿qué entiende Recursos humanos por flexibilidad y qué entienden las empresas por flexibilidad a la hora de entrar a trabajar en una empresa?. Si nos vamos a la Real Academia de la Lengua, se entiende por persona flexible aquella que «en un enfrentamiento se pliega con facilidad a la opinión, a la voluntad o a la actitud de otro u otros».

Cuando accedemos a viejos manuales de Recursos Humanos, «una persona flexible es aquella que no se sujeta a normas estrictas, a dogmas y a trabas y que es susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias o necesidades de la empresa».

En cambio, para los actuales Recursos Humanos, se entiende por una persona flexible en la empresa, aquella que «tiene la capacidad para adaptarse al ambiente empresarial, más la capacidad para aprender de los clientes con los que trabaja, ser capaz de modificar las metas y objetivos a conseguir, más la habilidad para comprender el contexto y poder adaptarnos al nuevo entorno de forma más rápida y eficiente».

Está claro que siguiendo esta última definición, un profesional de este tipo, con esta única característica no es fácil de encontrar, pues engloba una serie de «virtudes» que básicamente le convierten en un excelente profesional.

Ahora bien, ¿qué están entendiendo las empresas por flexibilidad?.

Lejos de la opinión de Recursos Humanos, muchas empresas están tergiversando estas definiciones. Por personas flexibles, se entiende aquella persona capaz de aceptar condiciones laborales que nunca antes habría aceptado y sueldos que nunca antes se hubiera planteado. Esa es la adaptación al nuevo entorno y nueva situación empresarial que se le pide en un principio al candidato.

Muchas empresas están comenzando a entender por flexibilidad la capacidad de trabajar sin un horario de referencia y con unas condiciones salariales variables. Eso explicaría por qué en el entorno actual, la competencia profesional más solicitada es la flexibilidad, entendiendo por flexibilidad la capacidad de darlo todo por la empresa sin tener horario o sueldo de referencia.

El resto de las competencias profesionales más solicitadas por las empresas a nivel europeo, según la Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas (AEDIPE), además de ser flexible a aceptar la esclavitud, serían:

1. Respeto por las relaciones jerárquicas.
2. Ser capaz de desarrollar estrategias.
3. Controlar las emociones.
4. Entender los requerimientos para ser aceptado plenamente a un grupo de trabajo.
5. Estar dispuestos a trabajar en grupo.
6. Entender la cultura de la compañía de la que vamos a formar parte y tener la capacidad de adaptarnos a dicha cultura.
7. Tener capacidad para escuchar a otros.
8. Además de tener capacidad de trabajar en grupo, al mismo tiempo, ser una persona profesionalmente independiente cuando se trata de representar a la empresa en una reunión (poder ir solo a una cita o reunión).
9. Respetar el horario laboral fijado (puntualidad).
10. Cuidar de sí mismo.

Del mismo modo nos recuerdan que los jóvenes cada vez están mejor preparados y en ocasiones, no se contrata a la persona que reúne estas competencias, sino a aquella que muestra una mejor preparación académica, titulación, másteres, etc…

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