De mal en peor para los ahorradores en España que no quieran asumir riesgos con su dinero, ya que el tener el dinero estancado en una cuenta bancaria es un riesgo de pérdida de poder adquisitivo en sí mismo, debido a factores como la propia inflación, así como las grandes subidas de comisiones bancarias, comisiones que según ADICAE han llegado a subir hasta en un 25% en algunos bancos, así como un incremento de más de un 35% en el cobro de ciertos servicios por parte de la banca.
Para aquellos ahorradores que les asustan los riesgos, hasta ahora, únicamente disponían de 2 inversiones que pudiéramos considerar seguras, las cuales son los depósitos a plazo fijo y la deuda soberana. La primera ya no es una opción de inversión, pues con el tope que se le quiere poner a la rentabilidad de los depósitos de un 1,75% a 12 meses, de un 2,25% entre 1 y 2 años y de un 2,75% para los depósitos de más de 2 años, el ahorrador perderá dinero. De hacerse efectiva esta medida, los depósitos ya no serían una opción de inversión.
Otros problemas quizás más graves del tope a los depósitos.
La mayoría de los expertos coinciden en que limitar los depósitos dañará el crédito en España, pues cualquier persona con unos ahorros y un mínimo de educación financiera, difícilmente contratará un depósito con estas condiciones.
La banca podría sufrir una fuga de dinero verdaderamente importante, ya que muchos clientes podrían decantarse por asumir algo de riesgo en fondos de inversión o directamente en bolsa.
Muchos bancos intentarán, de llegar esta restricción, endosar pagarés bancarios, deuda subordinada y bonos convertibles, lo que nos lleva a recordar a los ahorradores, que estos productos conllevan riesgo, como todo producto que no sea un depósito o deuda pública. (Leer: Inversiones seguras y su letra pequeña)
La polémica está servida.
La Comisión Nacional de la Competencia (CNC), está planteándose la legalidad de esta medida, pues podría presentar indicios de conductas anticompetitivas al limitar las ofertas que pueden hacer los bancos y antiguas cajas para captar el ahorro de sus clientes.
Otros piensan que esta medida favorecerá las cuentas de resultados de los bancos al tener que pagar menos por el dinero de sus ahorradores, aunque si los ahorradores huyen de estos bajos intereses, el banco captará menos dinero y por tanto, tendrá menos dinero para prestar. Es decir, menos crédito, cuando lo que necesita España, precisamente es crédito.
Y otro peligro añadido.
Esta medida podría obligar a los ahorradores a asumir riesgos en otro tipo de inversiones sin estar preparados para ello.
Nuestra opinión personal.
En este caso desconozco los motivos reales de limitar el interés de los depósitos, pues es difícil prever si traerá más consecuencias negativas que beneficios. Personalmente, los depósitos a plazo fijo, para mí no eran una opción ni a un 4%, por lo que a estas rentabilidades, ni pensarlo. Otra medida más, que de ninguna manera favorece al ciudadano, pues dificulta su crecimiento económico.
Con respecto a los bancos, sí que tengo claro que lejos de salir beneficiados, se producirá el efecto contrario, pues algunos bancos necesitan captar dinero fresco en momentos puntuales y con esta medida no podrían conseguirlo.
Un motivo más de por qué hay que aprender lo básico de la bolsa si no queremos ver cómo nuestro dinero pierde valor.
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