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6 moralejas de negocios extraídas de 6 divertidas historias. #Humor (pero en serio).

En esta ocasión vamos a extraer 6 lecciones o moralejas del mundo de los negocios y empresa a través de 6 historias de humor.

Lecciones con humor en el mundo de la empresa – 6 moralejas de negocios

 

Primera historia: la falta de comunicación

Una mujer y su marido están duchándose juntos cuando suena el timbre de la puerta. El hombre se queda en la ducha mientras la mujer, rápidamente se pone una toalla y baja a abrir la puerta. Cuando abre la puerta, ahí está Pedro, su vecino, el cual le echa una mirada lasciva y le dice a la mujer: «Si dejas caer la toalla para que pueda verte desnuda, te doy 900€ que llevo aquí encima». La mujer se queda pensando durante un instante, y finalmente deja caer la toalla mostrándose desnuda ante su vecino. Tras una intensa y penetrante mirada de su vecino, éste le da los 900€ a la mujer.

Cuando la mujer vuelve al cuarto de baño con su marido, éste le pregunta: «¿Quién había llamado a la puerta?. Fue Pedro, el vecino, responde ella. El marido le dice: «¿Te ha dicho algo de los 900€ que me debe?.

Moraleja: La comunicación es una parte importante en toda organización. Conocer hasta el más mínimo detalle sobre la situación, ayuda a evitar situaciones comprometidas. Como decía Gordon Gekko, «la información es poder».

Segunda historia: La fábula del cuervo y el conejo

Un cuervo estaba sentado en una rama de un árbol. Un conejo se acerca y le dice: «Qué envidia me das. ¿Puedo sentarme yo también como tú sin hacer nada en todo el día?». «Claro que sí», le responde el cuervo. «Siéntate y no hagas nada». El conejo se sentó en el suelo junto al árbol a descansar. Fue entonces cuando un zorro apareció y se lo comió.

Moraleja: Si quieres sentarte sin hacer nada, asegúrate de hacerlo una vez que estás arriba. Como decía Michael Bloomberg: si quieres tener éxito, deja de ir al baño.

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Tercera historia: Deja siempre que tu jefe hable primero

Un operario de fábrica, un vendedor y el Gerente están en el almacén cuando encuentran una lámpara mágica. La frotan y sale el típico genio que les concede 3 deseos. Un único deseo para cada uno. Los 3 comienzan a pelearse: «Yo primero!! yo primero!!…». El Gerente, como buen líder les concede que ellos pidan primero su deseo.

El operario de fábrica le dice que quiere estar en las Bahamas rodeado de bellas masajistas sin hacer nada en todo el día durante el resto de sus días. El Genio se lo concede y le hace desaparecer para situarlo en aquella isla exótica rodeado de 365 masajistas (una para cada día del año).

El vendedor le dice que quiere estar en las Islas Maldivas acompañado de 20 estrellas del cine para adultos. Concedido!!!. El genio lo envía allí.

«Ya es tu turno, ¿Cuál es tu deseo?», le dice el genio al Gerente. El Gerente pide su deseo: «Quiero que esos dos holgazanes que has enviado a las Islas Maldivas y Las Bahamas, estén de vuelta antes de las 5 de la tarde». Concedido!!!

Moraleja: Deja siempre que tu jefe hable primero.

Cuarta historia: El Sacerdote y la monja

Un sacerdote se ofrece para llevar a una monja al convento. Al sentarse la monja en el coche, deja una de sus piernas al descubierto. El sacerdote no puede dejar de mirarla, y al cambiar las marchas en el coche, accidentalmente coloca su mano en el muslo de la pierna de la monja. La monja le dice: «Padre, recuerde el Salmo 127». Lo siento hermana, dice el cura mientras aparta la mano. A los 5 minutos, el cura sigue mirando la pierna de la monja, y en un descuido e intencionadamente, éste vuelve a colocar su mano en el muslo. La monja, mirando fijamente al cura le vuelve a decir: «Padre, recuerde el Salmo 127». El cura dice: «Perdone hermana, es que la carne es tan débil…»

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Al llegar al convento ambos siguieron su camino. La monja se encerró en el convento y el cura se dirigió a la Iglesia para buscar, desesperadamente qué era eso del Salmo 127. Una vez lo encontró, el cura pudo leer: «Sigue buscando, y más arriba encontrarás la Gloria».

Moraleja: Si no estás bien informado en lo relacionado a tu profesión, perderás grandes oportunidades.

Quinta historia: Cuando el cuerpo humano se estaba formando

Cuando el cuerpo humano se estaba formando, todos los órganos se reunieron para ver quién sería el jefe del cuerpo. El cerebro dijo que él debía ser el jefe, pues sin él el cuerpo en su conjunto se paralizaría. El corazón dijo que el jefe debía ser él, pues si dejaba de funcionar, no enviaría sangre al cerebro, y por tanto, el cuerpo moriría. Hablaron también los riñones, el páncreas e incluso los órganos genitales que querían ser los jefes pues sin ellos no habría recreación.

Pero entonces, los excrementos, muy cabreados dijeron que ellos querían ser los jefes. El corazón y el cerebro se partieron de risa y comenzaron a burlarse de ellos, diciendo que los excrementos ni siquiera son un órgano vital. «Vale, os vais a enterar. Os aseguro que en menos de 15 días, nos pediréis que seamos los jefes», dijeron muy serios los excrementos. Entonces se formó el cuerpo humano pero con los excrementos en huelga de salida. A los 5 días, los excrementos provocaron problemas en los riñones a raíz del estreñimiento, y a su vez se introdujeron en el riego sanguíneo llegando al corazón y al cerebro. Todos los órganos del cuerpo se rindieron diciendo: «Por favor, ya basta!!!.. venga… vosotros sois los jefes, pero solucionad ésto».

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Moraleja: Nunca subestimes a nadie. Desde el principio de los tiempos, cualquier mierda puede llegar a ser un jefe.

Sexta historia: El vendedor de Coca-Cola en Arabia Saudita

Un vendedor de Coca-Cola que fue enviado a Arabia Saudita vuelve sin haber vendido ni una sola Coca-Cola. Su compañero le pregunta: «Con lo buen vendedor que eres, cómo es que no has tenido éxito con los saudíes?»

El vendedor le explica: «Yo fui con todos mis argumentos de venta preparado para triunfar, pero cuando llegó la hora de la verdad, caí en la cuenta de que… joder…. no sabía hablar árabe.

Pero mi fuerza de voluntad hizo que no me detuviera, por lo que diseñé una estrategia de marketing basada en imágenes para que entendieran lo que vendía y las propiedades de la Coca-Cola.

Lo hice a través de 3 carteles:

-Primer cartel: un hombre derrumbado por el cansancio en la arena del desierto agotado y desmayado.

-Segundo cartel: El hombre bebe la Coca-Cola

-Tercer Cartel: Nuestro hombre está completamente repuesto, refrescado y es capaz de correr con total vitalidad por todo el desierto.

Puse esos carteles por todo Arabia Saudita.

Su compañero le dice: «Dios mío, qué buena idea y qué idea de Marketing más buena. Es terriblemente bueno. ¿Cómo es que no te funcionó y se dispararon las ventas de Coca-Cola?.

El vendedor le responde: «Por la mala suerte. Joder, nadie me dijo que ellos lo leen todo de derecha a izquierda»

Moraleja: Por muy buena que sea una estrategia comercial, de nada servirá si no conoces a tu mercado potencial.

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A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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