Comenzaremos con una reflexión:
Thomas Eric Duncan se convirtió en el «paciente Ébola» de Estados Unidos para convertirse en los pocos días en la primera persona diagnosticada en suelo estadounidense, la primera persona en morir de Ébola en EE.UU. y la primera persona en causar una alarma sanitaria ante esta enfermedad letal.
También fue la primera persona que iba a enfrentarse a cargos penales en Estados Unidos (relacionados con Ébola) por poner en riesgo a todo un país.
Pero si Thomas Eric Duncan no hubiera podido coger aquel avión de Liberia a Estados Unidos, hoy sería únicamente un «negrito» más que ha muerto en algún lugar de África y del que nunca hubieras escuchado hablar.
Pero del mismo modo, Duncan tiene una historia que contar y que no te dejará indiferente. La historia ha sido recogida a través de distintas fuentes en base a los testimonios de sus familiares y medios influyentes, y publicada por Business Insider. Duncan estaba a punto de vivir el mejor momento de su vida, y ya no será posible.
Duncan salía de Liberia a Dallas para reunirse con Louise Troh, la madre de su hijo, después de haber estado separados «no voluntariamente» durante 16 años. Cogió aquel avión con la intención de casarse con ella y comenzar una nueva vida juntos. También para ver a su hijo graduarse.
Duncan trabajaba en Liberia de chófer, y antes de coger el avión, su jefe le pidió un último favor; llevar a su hija embarazada de 19 años al hospital. Cuando llegaron al hospital, no había medios para atender a la hija de su jefe, por lo que Duncan la llevó a su casa.
Ese favor que le hizo a su jefe, terminó en noticia internacional, pues hoy se sabe que la hija de su jefe estaba infectada de Ébola, por lo que pudo ser la fuente de contagio. Pero Duncan no lo sabía. La chica de 19 años que llevó al hospital, también ha muerto sin llegar a tener a su hijo. Pero ella es únicamente una cifra estadística dentro de las miles de muertes que hay en el país.
Duncan conoció a Troh, la madre de su hijo, en 1990 en un campo de refugiados en Costa de Marfil, donde ambos huyeron durante la brutal guerra civil de Liberia. Aunque se desconocen los motivos de haber estado sin ver a su mujer durante 16 años, todo apunta que él mismo envió a su mujer a un lugar seguro como Estados Unidos, concretamente a Dallas, con la intención de reunirse con ella más adelante.
Pero Duncan tardó 16 años, perdiéndose la infancia de su hijo. No se veían desde 1998. Ambos siguieron manteniendo contacto esporádico en la distancia con los pocos medios que tenían a su alcance, y nunca perdieron la ilusión de poder casarse algún día y llevar una vida normal.
El resto de la historia, ya la conocemos.
Duncan pasó los controles anti-Ébola del aeropuerto. No tenía ningún síntoma en aquel momento, ni tenía conocimiento de haber estado en contacto con una persona contagiada de Ébola.
Pudo cumplir ese sueño que tenía de reunirse con la madre de su hijo 16 años más tarde. Hicieron planes y supongo que construyeron nuevas ilusiones juntos. Pero a la semana, Duncan comenzó a sufrir escalofríos y se dirigió a la sala de Urgencias en el hospital de Dallas.
Según la CNN, Duncan le dijo a la enfermera que había estado recientemente en África Occidental, pero esa información no fue plenamente comunicada al resto del equipo médico, y Duncan fue enviado a casa diagnosticado con una infección menor.
A los pocos días, su futura mujer llamó a una ambulancia, pues Duncan mostraba síntomas más graves como vómitos y diarreas. La ambulancia lo llevó al hospital, y de esta forma Duncan se convirtió en el «paciente Ébola».
Después de morir, un funcionario de Dallas llamó a su mujer para decirle que Duncan había planeado una sorpresa para pedirle matrimonio.
*La epidemia de Ébola en África Occidental ha infectado por ahora a 8.033 personas, y ha matado a 3.879 personas, en su mayoría «negritos» sin recursos dentro de un país sin medios para hacer frente a esta epidemia. Por algún motivo, Duncan no forma parte de una simple estadística de negritos muertos. La enfermedad de Duncan sí ha importado a todo el mundo. A Estados Unidos en particular.