A día de hoy ya se puede hacer una estimación de pérdidas a causa del fuerte seísmo de Japón. Para comenzar, la pérdida más importante se traduce a 1,600 vidas y 10,000 desaparecidos por ahora, No descartándose que ocurra un nuevo Tsunami y réplicas de mayor intensidad según ha informado el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV).
El seísmo ha desplazado 10 centímetros el eje de rotación de la tierra y ha desplazado la Isla de Honshu unos 2,4 metros.
En cuanto a pérdidas económicas se habla de más de 100,000 millones de dólares para la economía del país, sin olvidar las pérdidas económicas para las compañías de seguros, las cuales según cálculos estimados deberán hacer frente a más de 35,000 millones de dólares por daños causados en propiedades aseguradas.
Aunque el desastre económico no es solo para Japón, ya que esta tercera potencia económica no sólo es productora, sino importadora en alimentación, teniendo en cuenta que la mayoría de los alimentos que consumen los Japoneses son importados. El suministro de alimentos es algo que ya está escaseando y se está pidiendo al gobierno que se solucione rápidamente el problema.
Por otra parte tenemos la producción de energía, la cual es más de un 11% atómica y con la parada de los reactores nucleares, se está viendo afectado el proceso industrial.
Otro asunto es la deuda soberana. Después de estas catástrofes llega la labor de reconstrucción aumentando el gasto público. Aunque la mayor parte de la deuda pública japonesa se financia internamente, se verán obligados a pedir ayuda en un momento en el que prima la desconfianza de los mercados internacionales.
En principio la bolsa de Tokio no ha notado pérdidas considerables, habiendo perdido únicamente un 1,7% tras conocer la noticia del seísmo. Teniendo en cuenta que tras el terremoto de 1995 en Kobe, el índice bursátil japonés perdió un 15% en la primera semana y un 25% en los seis meses que siguieron a la catástrofe, aunque aún es pronto para predecir cómo evolucionará el índice bursátil japonés.
El Banco Mundial ya ha ofrecido su ayuda para las tareas de recuperación del país y el Banco de japón (BOJ) ya ha inyectado 483 millones de euros a más de 10 instituciones financieras de la zona devastada. Esperemos que poco a poco el país vaya evolucionando.
