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Cómo sería el día después del rescate de España

Hoy hemos alejado un poco el fantasma del rescate en España. Unas simples palabras por parte del BCE han bastado para calmar la prima de riesgo. Claro que, podríamos haber ganado únicamente tiempo de no continuar tomando las medidas correctas. Explicamos a continuación a qué deberíamos hacer frente en caso de un hipotético caso de un rescate (esperemos que nunca llegue). ¿En qué cambiaría nuestra forma de vida?, ¿en qué nos perjudicaría?.

Antes de nada, explicamos el por qué un país necesita un rescate, aún no siendo la mejor opción en el caso de España.

1. ¿Por qué se produce un rescate o una intervención de un país?

Vivimos en una Unión Monetaria (Unión Europea), donde un país perteneciente a esa unión no tiene capacidad para emitir su propia divisa y los bancos centrales nacionales ya no pueden hacer de prestamistas, lo que se traduce a no poder monetizar nuestra propia deuda. Es entonces cuando el país debe recurrir a los mercados para financiarse.

Cuando un país muestra dudas sobre su crecimiento y capacidad de hacer frente a sus pagos, el precio que el país debe pagar por «endosar» su deuda a inversores (mercados) se encarece. El índice de encarecimiento se muestra en la famosa «prima de riesgo». A mayor riesgo de impago, mayor rentabilidad para colocar la deuda.

El problema de España, concretamente, es que está pagando un interés ya por encima del 7%, ha llegado a situarse en el 7,60%, por lo que pagar ese interés es insostenible para la economía española. De continuar el acoso de los mercados, el país debería solicitar otro tipo de ayuda financiera a un interés más bajo, ya que los mercados acabarían por no comprar más deuda española al saber que no podrá pagarla.

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Por tanto, ese préstamo que necesita España, debe ser suficiente como para no tener la necesidad de acudir a los mercados en un plazo de 1 ó 2 años, y ese préstamo, básicamente es lo que se denomina un rescate en toda regla.

2. ¿Por qué no actúa el BCE comprando deuda española?

El BCE podría calmar los mercados y acabar con la especulación únicamente comprando deuda, claro que el dilema está en que si el BCE compra deuda, no puede intervenir en la gestión de España, por lo que el presidente del Gobierno podría continuar gobernando y diseñando las medidas que considere oportunas. En cambio, si España solicita el rescate formalmente, lo hace firmando unas condiciones en las que básicamente,  las adornen como las adornen, quieren decir que el presidente del Gobierno ya no puede emplear sus propias medidas, sino únicamente aplicar las medidas que le impongan los supervisores, llamémosle la Troika o los Hombres de Negro.

Llegado ese momento, España recibiría órdenes cuyo gobierno debe acatar sin salirse lo más mínimo del guion.

3. ¿Cómo sería el día después del rescate?

Podríamos decir que hay dos tipos de rescates. Tenemos el rescate duro y el rescate blando.

El rescate blando ya lo hemos visto, pues ha sido la ayuda financiera para la banca, la cual ha ido acompañada de unos recortes y subidas de impuestos. Todo sea dicho de paso, los 65.000 millones de euros que se querían recaudar con estos ajustes, debemos pagarlos de todas formas en intereses por la subida de la prima de riesgo a la hora de anunciarlos, aunque eso ya es otro tema.

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En caso de un rescate total (rescate soberano), sería el rescate duro, donde se calcula una cifra aproximada de 300.000 millones de euros y que iría acompañada de nuevas medidas de cumplimiento obligatorio, gusten al Presidente del Gobierno o no gusten. Llegado ese momento, el Gobierno español no pintaría nada, aunque seguiría cobrando, eso sí 🙂 Las medidas que se impondrían serían:

  • Subidas de más impuestos: No importa que nos hayan subido el IVA, pues volverían a darle una nueva subida, sobre todo a esos productos con un IVA reducido (productos de primera necesidad)
  • Despedir funcionarios: Una vez entrara la Troika, no quitarían una paga de navidad a los funcionarios, sino que procederían a hacer una limpieza de funcionarios en toda regla, o, en su defecto, procederían a una bajada de sueldo más que considerable. Podríamos hablar de más de un 30%. Claro que podrían hacer ambas cosas (bajar sueldos y despedir).
  • Liquidación de bancos no viables: Harían una liquidación controlada de los bancos que consideren no viables y se consideren un lastre para el sistema financiero.
  • Rebaja de cotización de desempleo: Endurecerían tanto el periodo de meses de trabajo para poder cobrar el desempleo, así como la cotización e incluso el porcentaje de sueldo.
  • Recorte en gasto de Comunidades Autónomas: Se puede hacer, del mismo modo, un recorte blando o un recorte muy duro, ya que la Troika sabe que el cáncer de España se encuentra en las comunidades además del sistema financiero.
  • Pensiones: No se contentarían con una congelación del sueldo, por lo que probablemente procedieran a bajarlas y aumentar la edad de jubilación hasta donde crean oportuno.
  • Reforma laboral: Entrarían con la teoría de que «para que no se tenga miedo a contratar, no se debe tener miedo al coste económico de despedir», por lo que entraría un despido prácticamente gratis, y, probablemente una bajada de sueldos para el 90% de los españoles asalariados.
En resumen: Se encarecería el nivel de vida y todo español perdería poder adquisitivo.
¿Funcionaría el Rescate?
Algunos dirán que «España es España, una economía grande y que claro que saldrá adelante, ya que si Irlanda ha conseguido salir adelante, España no tendría problema, ya que España no es Grecia.»
Y eso queda muy bien en la teoría, ya que en la práctica, tanto Grecia como Irlanda, en el momento de ser rescatados no tenían ni la mitad del desempleo que nosotros tenemos ahora mismo. Si no hay empleo, no hay crecimiento, a no ser que España vuelva a ser un país de emigrantes y enviemos el dinero desde el exterior.
Si la Troika entra en España y aplica sus medidas tan poco eficientes, como ya ha quedado demostrado, España quedaría sumida en una crisis cuya recuperación se podría alargar de 10 a 15 años en el mejor de los casos y, con una alta probabilidad de que finalmente el euro desapareciera.
Quiero pensar que llegado el hipotético caso, al menos la Troika ya hubiera aprendido la lección de que únicamente con austeridad no se llega a ningún sitio.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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