¿Cómo saber cuál es la salud de nuestras finanzas? ¿Cómo saber si vamos por buen camino a la hora de lograr la libertad financiera? A lo largo de este artículo se responderá a ambas preguntas y además, marcaremos una ruta a seguir a través de ciertas fórmulas financieras que dentro de lo posible, hay que intentar seguir o al menos, no desviarse de ellas.
Hace un tiempo respondía a la pregunta de cómo medir nuestra salud financiera, y en el artículo explicábamos que la mejor forma de medir la salud de nuestras finanzas era ver cuánto dinero nos estaba entrando sin necesidad de trabajarlo, es decir, dinero pasivo que llega de nuestros activos. Y por activos, podríamos meter acciones, bonos, propiedades en alquiler o un negocio. También explicamos la diferencia entre activos líquidos y activos no líquidos.
Fórmula para medir tu estado de riqueza y libertad financiera.
Hay personas que tienen una mejor casa que la tuya, un mejor coche, viven en una mejor comunidad, etc… y también tienen más gastos, por lo que a través de la siguiente fórmula podremos saber quién es más libre financieramente o más rico, pues en realidad, la riqueza no se mide por las cosas que posees, sino por la libertad financiera que tienes. Esta es la fórmula:
Con esta fórmula ponemos los activos líquidos que disponemos y los dividimos entre los gastos mensuales que tiene esa persona, incluido hipoteca, préstamos o créditos, luz, mantenimiento de la propiedad, etc… es decir, vamos a incluir también los gastos que generan esos activos.
Dividimos el resultado por 12 meses.
Activos líquidos son aquellos que llegado el momento podemos convertir en dinero en metálico de un día para otro. Lo más líquido que hay son el dinero en efectivo, las acciones, bonos, oro, etc… Una vivienda no estaría considerada un activo líquido, debido a que es difícil venderla de un día para otro, pero para este caso, también la vamos a incluir.
Así que supongamos que en el caso de una persona, ésta tiene 500.000€ en activos y sus gastos mensuales son de 5000€. Hacemos la división y nos daría 100. Dividimos 100 entre 12, y nos daría 8,33.
Esto significa que esta persona, si decide retirarse sin hacer nada, podría sobrevivir 8 años. Digamos que su riqueza le daría libertad financiera para 8 años.
Ahora, imaginemos a otra persona que tiene únicamente 200.000€ en activos, y sus gastos son únicamente 1000€ al mes.
Si hacemos la división nos daría 200, que al dividirlo entre 12, nos daría 16,6.
Es decir, la segunda persona, a pesar de tener la mitad de dinero en activos, es el doble de rica que la primera, porque puede sobrevivir el doble de tiempo al tener un nivel de vida más equilibrado.
*aunque me gusta más usar esta fórmula, lo cierto es que la fórmula original únicamente mete los activos líquidos y los gastos que se derivan de esos activos, pero personalmente le veo defectos a ese planteamiento y veo mucho más correcto usarla de la forma que la hemos expuesto aquí, al menos personalmente.
(Ver: Educación financiera en 15 pasos muy sencillos de entender)
Fórmula para medir nuestra salud financiera.
La libertad financiera únicamente se produce cuando recibimos los suficientes ingresos pasivos (dinero que nos entra sin trabajarlo) como para mantener nuestro estilo de vida sin necesidad de trabajar. Cuando eso ocurre, podemos decir que ya estamos en un estado de libertad financiera, pero aún así, hay que tener cuidado. Esta es la fórmula:
Con esta fórmula calculamos cuánto dinero nos entra a través de nuestros activos: bonos, acciones, alquileres, algún negocio que tengamos en piloto automático… y lo dividimos por nuestros ingresos mensuales totales. Ese número lo multiplicamos por 100 y ahí tendremos el porcentaje de dinero que nos entra sin trabajar, o dicho de otro modo, la dependencia que tenemos de un trabajo. Ponemos un ejemplo.
Supón que a través de dividendos de acciones y de una casa que tienes alquilada recibes cada mes 500€, mientras estás trabajando cobrando un sueldo de 1000€. Si hacemos la división, nos daría 0,50. Lo multiplicamos por 100 y nos daría 50%. Es decir, por ahora, nuestros ingresos pasivos serían el 50% de nuestro sueldo, por lo que dependemos de nuestro sueldo.
El punto de equilibrio se encuentra en el 100%, que es cuando nuestros ingresos pasivos son los mismos que nuestro sueldo. En ese caso, ya no sería un problema si perdemos nuestro trabajo. No obstante, lo suyo es que es porcentaje sea de un 200% o un 500%, pues ahí sí que podríamos comenzar a adquirir la libertad financiera.
Ver: Activos más rentables que generan ingresos redituables)
La regla del 20-30-50 – La mejor ruta para la libertad financiera.
Esta regla para mí es uno de los pilares fundamentales de la educación financiera y no seguirla te puede traer muchos problemas en el futuro.
El 20: El 20 es el porcentaje de ahorro mínimo que debes destinar de tu sueldo.
Ésto lo hemos hablado hasta la saciedad, y es lo que se llama pagarse a uno mismo primero. Si cobras 1000€, automáticamente 200€ deben ir al ahorro. Si no puedes hacer eso, tus finanzas están en problemas y pendes de un hilo muy fino. Y ojo, un 20% es el mínimo, siendo lo ideal un 30 o un 40 por ciento.
El 30: El 30 es el porcentaje máximo de deudas que debemos tener con respecto a nuestros ingresos.
No hablamos de gastos, sino de deudas. Por eso siempre decimos que no es buena idea hipotecarse en una vivienda si el pago de hipoteca va a suponer más del 30% de tus ingresos. Igual para las letras del coche.
El 50% es lo que nos queda para gastos y ocio.
Es una fórmula tan sencilla como útil.
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