Supongo que alguna vez te habrás preguntado cuál es la mejor forma de identificar a un verdadero millonario de un falso rico, es decir, de un farsante que se hace pasar por millonario. ¿Será esta persona tan rica como dice ser o será un fraude de persona? ¿Cómo saber si una persona es un falso rico?
La mala noticia es que no hay ninguna señal única, pero sí que tenemos la experiencia de anteriores falsos millonarios que ya han sido descubiertos y desmontados, y desde luego, tenemos también el ejemplo de los que nos consta que son ricos verdaderos y su comportamiento. Puede variar de unos a otros, pero encontramos algunas diferencias básicas entre ambos.
Al final del vídeo tienes el último vídeo que hemos realizado sobre este tema, añadiendo el caso de Dominguero y algunas otras cosas.
¿Cómo saber si alguien es un falso rico o un rico verdadero?
Imagina por un momento que no sabes nada de finanzas o educación financiera, que nunca has escuchado hablar del libro «El millonario de la puerta de al lado«, y por supuesto, que nunca lo has leído. Imagina también que te has dado un golpe en la cabeza y tu cociente intelectual ha caído en picado.
Llegados a este grado de imaginación, cuando piensas en una persona millonaria, ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza? ¿Qué ves?
Me imagino que serán imágenes de una persona vestida con un traje caro y elegante, ropa de marca, coches de lujo y mansiones caras.
Así está programado nuestro cerebro, y está programado de forma inconsciente, pues nos han estado bombardeando con esta idea.
En la antigüedad era diferente
Por ejemplo, en la antigüedad, una mujer de piel pálida era señal de riqueza. De hecho, solían usar maquillajes de la época para palidecer su piel. Lo contrario sería una piel bronceada debido a que esta mujer trabajaba en el campo.
Del mismo modo, la delgadez en una mujer era un signo de pobreza, pues era señal de que no podía alimentarse adecuadamente. La gordura en una mujer significaba que pertenecía a la realeza. Así que si una mujer quería aparentar riqueza tenía que engullir todo lo que pudiera como si fuera un pavo para Navidad y palidecer su piel.
Hoy día, nuestra percepción de riqueza en este sentido ha cambiado. Hay mujeres ricas delgadas, personas ricas con cuerpos fitness y millonarios gordos y flacos. Nuestro cerebro ha evolucionado debido a que el bombardeo al que estamos sometidos ha sido dirigido hacia otro lugar.
Pero con respecto a nuestra percepción de la riqueza, aún estamos estancados, porque el bombardeo continua en este sentido. Y la única forma de reprogramar nuestro cerebro en este sentido es adquirir conocimientos financieros y acerca de la psicología de las personas, siendo esta última faceta la que más estudian en el marketing para poder vendernos todo tipo de cosas y sueños.
Ya hicimos un vídeo explicando por qué las personas felices no consumen.
Señales de que estás ante un falso millonario y no ante una persona verdaderamente rica
1. Cuando de forma continua y persistente te está hablando del dinero que tiene.
Es probablemente la señal más clara de que estamos ante un falso rico. Créeme si te digo que los verdaderos ricos rara vez van a llevar los temas de conversación en ese sentido. Son millonarios. Ellos ya saben que lo son, y saben que tú lo sabes.
Este rasgo es el que se ha encontrado a lo largo de la historia en todos y cada uno de los estafadores que han ido apareciendo. Necesitan que pienses que son personas muy exitosas porque saben que el efecto halo hará que caigas en sus redes.
El verdadero rara vez te muestra sus verdaderos activos. De hecho, suelen ser personas muy celosas con su dinero, y a menudo preocupadas por el hecho de que saben que cuanto más llamen la atención, están más expuestos a ladrones, personas interesadas y lo que es peor, secuestradores. Por este motivo intentan no ir presumiendo de lo mucho que tienen.
Ver: 15 hábitos de los millonarios
2. ¿Vas a tener que tocar la cartera en algún momento?
La otra señal más clara de un falso rico es si todo el discurso de su éxito y su riqueza te lleva en algún momento a un desembolso de dinero o la compra de algo. Podríamos afirmar de que si una persona intenta venderte algo (lo que sea) tras un alarde de riqueza, estás sin duda ante un falso rico.
Este falso millonario se acabará convirtiendo en millonario gracias a las personas que consiga engañar a través de su alarde de riqueza. Se repite el patrón de los estafadores.
Ver: ¿Por qué los pobres son cada vez más pobres mientras los ricos son cada vez más ricos?
3. Imágenes de dinero en efectivo.
Realmente, los verdaderos ricos no suelen llevar fajos de billetes de 5.000 ó 10.000 euros encima. De hecho, párate a pensar qué necesidad tiene de llevar encima una cantidad de dinero que podría ponerle en la diana de malhechores.
Esos abultados fajos de billetes suelen ser la señal más identificativa de traficantes, marihuaneros o personas con negocios turbios. No es una señal que encontremos en un verdadero rico, salvo las excepciones de deportistas o estrellas de la música que son más propensos a cometer excesos y meterse en problemas.
Piensa en cuántas veces has visto a Warren Buffett, Bill Gates o Amancio Ortega enseñando un fajo de billetes, o con 15 kilogramos de oro colgando del cuello. ¿Cuándo fue la última vez que asististe a la «masterclass» de un directivo de una empresa del IBEX35 que te ibas a contar los secretos para hacerte rico?
4. Si tiene un Jet privado, ¿es una persona rica de verdad, no?
Estamos siendo testigos de cómo falsos millonarios aseguran que tienen un jet privado. No te dicen que se lo alquilan a una empresa dedicada al alquiler de jets privados, sino que lo tienen en propiedad.
Déjame decirte algo. En primer lugar, una persona que tenga un jet privado en propiedad, no solo debe tener el avión privado, sino también el piloto. El coste de un jet privado oscila entre 3 millones de dólares (el más barato) y 90 millones.
Hasta ahora, los únicos que tienen en propiedad los jets privados, suelen ser verdaderos millonarios empresarios cuyas empresas se conocen en todo el país (por no decir en medio mundo). También para ejecutivos de grandes compañías que suelen cotizar en bolsa.
Si una persona te dice que es millonaria y que tiene un jet privado, solo tienes que ver si su nombre o el de su empresa ha salido en Forbes. Si no es así, es imposible que esa persona tenga su propio jet privado.
5. Lo mismo para coches de lujo.
Hemos podido ver cómo con el aumento de los vendedores de infoproductos que necesitan aparentar riqueza, éstos han recurrido a mostrar sus lujosos vehículos. De lo que no se han percatado en algunas ocasiones es que en el momento que muestras la matrícula, es muy fácil encontrar que el vehículo pertenece a una empresa de alquiler de vehículos.
De hecho, haciendo simples búsquedas en internet, se encuentra que el coche que mostraba este falso rico era exactamente el mismo coche (con idéntica matrícula) que han mostrado otros falsos millonarios.
Los verdaderos ricos no suelen conducir este tipo de vehículos, salvo esas excepciones de millonarios más extravagantes que les gusta el lujo (pero que no te quieren vender nada).
Los verdaderos ricos suelen conducir buenos coches pero útiles. No tienen necesidad de llamar la atención, pues insistimos, ellos ya saben que son ricos, y no tienen necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. No tienen necesidad de aparentar algo que ya son.
5. Incoherencias entre su estilo de vida y la vida empresarial.
Por algún motivo, el falso rico, con la intención de venderte el supuesto sueño que él vive, suele recurrir a mostrarte un modo de vida de disfrute constante, bellos parajes, yates cargados de bellas mujeres, etc…
Cualquier empresario, de esos empresarios de verdad, de los auténticos, sabe que si no eres Richard Branson o Amancio Ortega, los negocios no son exactamente ese tipo de paraíso. Ni Tim Ferris (con su semana laboral de 4 horas) conseguía este estilo de vida de vacaciones los 365 días del año.
¿La señal más inequívoca de que esa persona es un falso rico o un estafador?
Quiere venderte algo. Lo que sea.
No hay más, si esa persona tiene un sistema que te hará ganar dinero, te conducirá al éxito por tan solo unos pocos euros o unos «muchos euros», estás siendo víctima de un vendehumos, de un estafador.
Estás frente a una persona que está usando la estrategia más básica dentro de la psicología del marketing para traspasar el dinero de tu bolsillo al bolsillo de esta persona.
Si en su discurso de ventas encuentras palabras como «fácil, rápido, sin conocimientos…» o frases como «si quieres llevar la vida que yo llevo…» estás frente a un estafador que te va a vender algo con lo que solo logrará riqueza sin esfuerzo, rápido y fácil él mismo.
Otra cosa es que te vendan un curso sobre cómo formatear un ordenador. Por supuesto que aquí será algo rápido, fácil y sin conocimientos previos. Pero no te llevará por todo el mundo viajando en jets privados.
Lo que no verás en los falsos ricos
Como hemos dicho en algunas ocasiones, aparentar también cuesta dinero, y puede que no veamos algunas cosas con las que estos falsos millonarios cargan en silencio y, a menudo, se convierten en un motivo de sufrimiento.
Problemas económicos.
A menudo, estas personas sufren problemas económicos, ya que se les va la mano con el alquiler de lujos (casas, vehículos, fiestas privadas..)
Y este es el motivo por el que algunos comienzan a volverse más agresivos en sus estrategias de ventas para colocar como puedan el producto y lograr dinero.
Esto es lo que les lleva a muchos de ellos a acabar siendo arrestados por la policía. Son falsos ricos que construyen falsos imperios, pero gastan dinero de verdad, y por lo tanto, necesitan cada vez más dinero de verdad.
Infelicidad intrínseca.
Una persona que vive en una mentira es consciente de que vive en una mentira. Al acabar el día o la semana él sabe lo que es.
Por otra parte, nadie está cómodo psicológicamente teniendo la necesidad de estar constantemente aparentando ser algo que no es. Cuando estas personas son conscientes de que podrían tener problemas legales, o son conscientes de que han cruzado cierta línea, es cuando suman incomodidad a su estado emocional.
Algunos, cuando son adquieren cierto grado de consciencia en este sentido, son capaces de recular y retomar el rumbo hacia ciertos valores y principios que perdió. Otros consideran que ya no hay marcha atrás. Y son este segundo grupo los que dentro de unos años acaban descubriendo que había consecuencias que nadie les había contado.
Me llevo las manos a la cabeza cuando a alguien le toca la lotería y le preguntan qué hará con el dinero, en el 99% de los casos dicen cosas como: comprarme una mansión, un ferrari y viajar por todo el mundo.
Y a eso al mismo tiempo que muestra su cara y que tan sólo les falta un letrero que diga «Ven y róbame».
Cierto, Amigo. De hecho está comprobado que en los barrios o pueblos donde toca el Gordo de Navidad, aumenta la delincuencia y robos al siguiente mes. Así que…