Hubo un día en el que la ciencia era honrada y seria, pues decir que eras científico era decir que dedicarías tu vida al desarrollo del bienestar de la población. Hoy día ya sería muy difícil saber realmente qué busca la ciencia, y sobre todo, para quién trabaja, pues no te quepa duda que la ciencia tiene dueño, claro que como todo profesional, cada científico tiene su propia competencia.
Industria farmacéutica, industria alimentaria… todas estas industrias tienen a sus propios científicos, financian estudios científicos únicamente si el resultado del estudio es «alterado» a su favor. Es por eso que los estudios científicos chocan entre sí.
En medio de esta sucia guerra, para variar, hay daños colaterales, el ciudadano que confía en lo que lee en medios relevantes como prensa, televisión o radio. ¿Hasta qué punto nos toman por idiotas?
Un estudio científico habla del cigarro electrónico, donde una vez finalizado el estudio se llega a la conclusión de que el cigarro electrónico (el cual nos inyecta nicotina protegiéndonos de los componentes venenosos del cigarrillo) es nocivo para la salud y de consecuencias negativas impredecibles a largo plazo, pues provocan obstrucción de las vías respiratorias de los usuarios.
Teniendo en cuenta que esta noticia llega una vez que en España se ha producido una disminución considerable del consumo de tabaco y donde según estadísticas, más de 600,000 personas abandonaron el hábito del tabaco únicamente en España, algunos se preguntan «¿quién encargó el estudio, las tabacaleras?».
Me imagino que un fumador siempre tendrá las vías respiratorias más obstruidas fumando tabaco que usando el cigarro electrónico. Recordemos que en 1965, los científicos publicaban que según sus estudios, no había relación ninguna entre el fumar y el cáncer de pulmón. Digamos que esos científicos carecían de honradez, profesionalidad y estómago, claro que lejos de mejorar la imagen de la ciencia, con el tiempo, ha ido empeorando.
Los beneficios del vino.
Como no soy científico, pues la verdad es que no tengo ni idea de si el vino es bueno, es malo o es inocuo para la salud. No obstante, para aquellas personas que al igual que yo, no somos científicos, siempre tendremos los estudios científicos para asesorarnos.
Tenemos un grupo de científicos que afirman el vino es beneficioso para la salud (1 ó 2 vasos de vino al día) y previenen el cáncer. Un momento, ya que tenemos otro estudio que afirma que el consumo de vino a diario puede aumentar el riesgo de padecer cáncer y multiplicar las posibilidades de padecer un ictus. Claro que tenemos la industria farmacéutica que corta por lo sano, y es que obtiene la sustancia del vino beneficiosa para la salud ( Resveratrol) y las introduce en pastillas asegurando que previene el envejecimiento celular, y por tanto previene el cáncer.
Esto se complica, pues el científico encargado de hablar de los beneficios del Resveratrol ha sido acusado de mentir en más de 16 artículos de 11 revistas científicas con el fin de obtener casi 1 millón de dólares del Gobierno estadounidense.
¿Algún hijo de su madre de esta especie corrupta ha nombrado el pequeño detalle de que el beneficio real se encuentra en la uva morada y no en el vino o en unas pastillas alteradas con productos químicos?.
Esto nos llevaría a ver en televisión a una persona que se ha convertido en un referente científico en España, el señor Punset, el cual presta su imagen para anunciar un pan natural, donde ya se abrió debate sobre si sería legal el anuncio de Punset o no, ya que sinceramente, ese pan tiene más bien poco de natural.
En resumen: Partimos de que existen científicos que buscan la verdad, y suelen ser aquellos que denuncian públicamente los intereses ocultos de las industrias. Lo bueno de esas denuncias, es que la mayoría no hace ni caso, así que nadie tiene que molestarse en desmentirlas, a no ser que salga publicado en un medio relevante, donde entonces como borregos daremos credibilidad a la noticia y nos sentiremos estafados durante 45 segundos, ya que ese día el TT de Twitter será #ardillaescalando
Dicho esto, ¿de verdad duermen bien estos científicos por las noches, sabiendo que ponen en peligro la salud del planeta, del cuerpo humano y de sus propios descendientes? Qué tiempos aquellos en los que la ciencia era honrada y qué gran pérdida cuando se unieron a los intereses de los lobbies. Patético y vergonzoso, sobre todo cuando algunos estudios son financiados con dinero público. Sólo les pediría que si van a hacer el primo, que lo hagan con el dinero de las industrias privadas a las que se venden.
