Todos sabemos que en una entrevista de trabajo, parte del secreto consiste en destacar por encima del resto de candidatos, ya que la competencia abunda, están muy preparados y la memoria del entrevistador, en ocasiones, es limitada para recordar todos los candidatos que entrevistará. Eso sí, debemos intentar ser recordados o destacar por «motivos correctos».
Rosemary Haefner, Vicepresidenta de Recursos Humanos de CareerBuilder, comparte con nosotros algunos de los errores que ella misma ha presenciado en su trayectoria profesional, y aunque algunos parezcan algo cómicos, según comenta, son más comunes de lo que pensamos en las entrevistas de trabajo que van dirigidas a puestos vacantes de dirección.
Errores comunes que debes evitar en una entrevista de trabajo
1. Ir en camiseta y/o pantalón vaquero
Probablemente algunos directivos piensen que sus resultados y fama les preceden dentro de la dirección de empresas, por lo que algunos de estos aspirantes a la gerencia, se dan el lujo de ir en vaqueros y camiseta a una entrevista de trabajo para un puesto de dirección de empresas.
Y es cierto que con el auge de las empresas tecnológicas con espíritu joven (Facebook, Google..) estaría incluso mal visto que aparecieras de traje, pues dirían que no conoces la cultura de estas compañías. Claro que si tienes una entrevista de trabajo en una compañía más conservadora, el ir en vaqueros no será una opción bien vista.
2. Entrar masticando chicle (o entrar sin el chicle)
Algunos entrevistadores no le dan importancia a este detalle, aunque los más observadores, pueden ver en ese chicle tantas cosas como su imaginación les permita, así como una persona ansiosa por fumar, un ex-fumador o sencillamente una persona con malos modales, ya que el protocolo de Recursos Humanos no admite hoy día el entrevistar a alguien mascando chicle. ¿Algo peor aún? pues sí, ver desde la oficina cómo el candidato pega el chicle bajo la silla o detrás de una maceta.
3. Entrar comiendo a la entrevista
«Perdóneme, pero aún no he comido nada en toda la mañana». Parece ser que es bastante común, según nos comenta esta entrevistadora, el entrevistar a alguien que entra con un dulce a la oficina y no tiene reparo en comer mientras es entrevistado. Aunque hay algo peor aún, y es explicarle a la entrevistadora el motivo por el que aún no ha comido, historia que suele ser muy larga y que suele cansar al entrevistador.
4. Hablar mal de tus antiguos compañeros, empleados, jefe o tu propia mujer
Algunos tampoco tienen reparos en llamar incompetentes a su anterior equipo de trabajo. «No cumplimos objetivos porque me pusieron a mi cargo a personas que no servían de nada«. Es evidente que eso no está nada bien ni da buena imagen ni profesionalidad. Cuando se habla mal de tu jefe, se muestra poca ética, falta de protocolo y poca fidelidad como trabajador. Si ya hablas mal de tu pareja en una entrevista de trabajo, puede que en lugar de un trabajo, necesites otro tipo de ayuda.
5. Pedir permiso para ir al servicio
Si esta práctica se permitía en el colegio, cuando se hace durante una entrevista de trabajo, sinceramente…la imagen queda algo dañada. Aunque parezca poco habitual, parece ser que es muy común.
6. Contestar a una llamada de teléfono durante la entrevista (y que no sea importante)
Si ya de por sí, el no apagar el teléfono durante la entrevista es un pequeño error, este error tendría pase y solución o bien cortando la llamada o cogiendo el teléfono y decir únicamente: «Estoy ocupado, ahora te llamo». Pues bien, hay aspirantes a un puesto de trabajo que no tienen reparo en hablar durante 2-5 minutos, y lo mejor de todo es que no se trata de una emergencia.
Y si piensas que estos errores ya son tremendamente escandalosos, nombramos ahora otros dos errores muy comunes, que son los que colman la paciencia de Rosemary Haefner:
- Ir acompañado de un amigo o familiar que entre en la sala de entrevistas y diga algo así como: «Perdón, ¿os queda mucho? Es que llegamos tarde». Sin comentarios.
- Entrevistar a un monosilábico. Entendemos por persona monosilábica a toda aquella persona que hay que sacarle las palabras a la fuerza, la cual, ante una pregunta abierta, se cierra en respuestas cerradas (SI y NO). Evidentemente, esto provoca que el entrevistador se contagie y hable en un lenguaje monosílabo, empleando una palabra tan sencilla como «ADIÓS».
Por tanto y resumiendo:
Cuando te dirijas a una entrevista de trabajo (y mucho más para un puesto de dirección) intenta:
- Ir bien vestido
- Ir solo.
- Apagar el móvil.
- No entrar con chicle al edificio.
- Hacer tus necesidades fisiológicas antes de la entrevista.
- No criticar ni hablar mal de nadie.
Siguiendo estos sencillos pasos, puede que no consigas el trabajo, aunque te aseguras no ser recordado como anécdota durante el fin de semana en los círculos íntimos del entrevistador.
En un antiguo artículo explicábamos algunos consejos para preparar una negociación y garantizarnos el éxito, o al menos aumentar las posibilidades en un alto porcentaje. No todos los puntos son válidos para una entrevista de trabajo, aunque muchos de ellos los podemos aplicar perfectamente al estar relacionados con la información.