En la película de «El Teléfono del señor Harrigan«, recién estrenada en Netflix y dirigida por John Lee Hancock, el señor Harrigan le pide a Craig que busque un chiste en internet con las palabras clave «Guionista» y «aspirante a actriz» o «aspirante a estrella».
Este guiño no aparece en la obra original de Stephen King, por lo que ha sido incluido a posteriori por el director de la obra.
Aunque el señor Harrigan incluye a Craig en su testamento y le otorga bastante dinero para financiar su educación y primeros pasos laborales, le deja claro que no aprueba su propósito de ser guionista, y teniendo en cuenta que han formado un vínculo de amistad, Harrigan comienza a sentirse responsable del futuro del joven Craig. No le explica por qué no quiere que sea guionista de cine, pero le pide que busque el chiste del guionista y la aspirante a actriz.
El chiste del guionista y la aspirante a actriz del señor Harrigan.
El verdadero chiste de los guionistas es una broma interna de las más antiguas en la industria de Hollywood. Y es un chiste bastante corto.
«Erase una vez una aspirante a actriz tan tonta que se acostó con el guionista para prosperar en su carrera como estrella».
Y es que en la industria cinematográfica, el guionista es la persona que menos poder y autoridad tiene, pues él únicamente escribe un guion e intenta venderlo a toda costa. Una vez vendido, el guionista desaparece. Y por si fuera poco, en muchos casos, los guionistas están muy mal pagados.
La industria de Hollywood la dominan los directores y los ejecutivos de los mayores estudios cinematográficos. De hecho, incluso los directores, en ocasiones, tienen poco poder a la hora de seleccionar a las estrellas que participarán en el rodaje de la película.
Y este es el único motivo por el que Harrigan intenta convencer a Craig de que busque otra ocupación, pues ser guionista ni le hará rico ni le dará ninguna autoridad. Y no, tampoco se te insinuará una chica para acostarse contigo esperando prosperar en su carrera, a no ser que sea una mujer tan tonta como la del chiste.
Pero claro, aquí hay un doble guiño, pues el señor Harrigan se quedó en cierto modo en el pasado, y es que en la actualidad, los guionistas sí han progresado en la industria cinematográfica hasta convertirse en personas influyentes dentro de ella.